Violencia y más violencia

José Ramón Amor Pan
José Ramón Amor Pan LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

18 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En pocos días estamos conociendo unas noticias que encogen el corazón: las dos chicas asesinadas en Cuenca, el septuagenario que mató a hachazos a su mujer en Armilla, el señor de Huesca que intentó asesinar a su mujer y que abusaba de sus hijos, el coruñés detenido en Granada por prostituir a través de Internet a su hijo de 11 años, el caso de Brión, el bebé degollado por su madre en Villa de Don Fadrique, etcétera. Suma y sigue.

Lo más terrible de todo es que, si somos sinceros con nosotros mismos, no podemos decir que no estuviéramos avisados. Para justificar esta afirmación no hace falta más que leer dos grandes libros de la segunda mitad del siglo XX, el de Erich Fromm ¿Tener o ser? y el de Daniel Goleman Inteligencia emocional; o revisar algunos de los informes publicados por la Organización Mundial de la Salud en la última década.

Para revertir esta dramática situación no bastan las leyes, que es lo que parecen pensar nuestros políticos. Estamos ante un problema estructural: nuestras sociedades, a pesar de las enfáticas declaraciones de derechos humanos y de la prolija legislación que nuestros parlamentos producen, son violentas y promueven la violencia. Antes y después de las leyes ha de ir la promoción de actitudes morales correctas; nuestro estilo de vida ha de ser mucho más saludable en términos físicos, psíquicos y sociales; y los servicios de salud mental habrán de estar bien dotados de medios.