Cuatro partidos españoles

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

17 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Da la impresión de que las cuatro fuerzas políticas hoy dominantes en España comparten algo esencial: el miedo a no ganar. Sus líderes no dejan de manifestar su convencimiento de que van a triunfar en las próximas elecciones generales, pero la realidad es que viven en el temor de no lograrlo, ya sea por no vencer o por quedar fuera del poder a causa de una alianza adversa. Es algo que comparten PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, cuatro fuerzas que parecen mirar al electorado como las vacas al tren.

¿Están empatados los cuatro partidos? No lo parece, pero cualquier negociación o pacto entre ellos puede colocar por delante a una fuerza política que haya quedado en segundo o tercer lugar. Sucede así que quienes se creen vencedores ya no están seguros de alcanzar el Gobierno y quienes se ven perdedores no descartan estar en el poder.

Es cierto que el PP y el PSOE creen que van a ganar, pero ¿y lo de gobernar? Es igualmente cierto que Podemos y Ciudadanos también esperan buenos resultados, pero la pregunta final sigue siendo la misma también para ellos: ¿y lo de gobernar? Si no fuera algo tan serio, sería para montar una película al estilo de Ocho apellidos vascos (algo así como Cuatro partidos españoles) y prepararse para ver un filme divertido.

Lo malo de la broma, si a los españoles nos da por ponernos cachondos, es que podría salirnos cara, con la generación de una inestabilidad duradera que podría desequilibrar o escoñarlo todo. Por eso, al margen de la jarana que a cada uno le pida el cuerpo, habría que pensar en eso de votar en conciencia, para que luego no acabemos arrepentidos de haber jugado con el pan de cada día, con las libertades y con el futuro.

Hay quienes se manifiestan claramente por un voto de castigo, así, en abstracto, sin más especificaciones. Y yo me pregunto: ¿para castigar a quién? Después de pensarlo un poco, y superada la perplejidad inicial, solo se me ocurre responder: «No, no se molesten, ya están siendo castigados todos». Porque ni uno de nuestros partidos tiene atada y bien atada la menor certeza en sus cuarteles demoscópicos sobre sus resultados electorales. Ninguno. Así vamos, aunque no sepamos hacia dónde. Todavía.