Sectarismo suicida

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

12 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Imagino que a estas alturas ya habrán rectificado (o no). Argüirán que se trata de un malentendido o que su exceso de celo con la memoria histórica los ha empujado al error (o no). Lo cierto es que el Ayuntamiento de Madrid, como ayer anunciaba La Voz, estudia retirar el nombre de la calle Álvaro Cunqueiro. El maestro mindoniense figura en la misma lista que otros intelectuales que mantuvieron alguna relación con el franquismo. Encargaron un informe para saber qué nombres se deben cambiar. Es la dictadura de la corrección política en estado puro. La limpieza ideológica. La purga a los que no son de «los nuestros». He escrito muchas veces sobre esto. Una más: porque no me resisto a callar, porque me harta el auge del cretinismo, porque la obra artística posee en sí misma valor al margen de toda ideología. La gran victoria de la izquierda ha sido la propaganda, con la vergonzante aquiescencia de los conservadores: es sofisma asumido que escritores y artistas deben simpatizar con la izquierda y, de no ser así, habrá que demostrar su progresismo para incluirlos en la crónica de la excelencia. Es lo que se intentará ahora hacer con Cunqueiro. Y lo harán. Lo mismo que se hizo con Torrente Ballester. Minimizarán su relación con el franquismo para justificar lo que no precisa bula ideológica alguna: su obra espléndida. Si no eres correligionario o resultas sospechoso de no serlo, te eliminan. Como una secta. La cultura es de izquierdas o no es. Me parece una lástima. Y también un suicidio. Porque cuando marginan por su ideología a un artista sobresaliente (elevando en ocasiones a cualquier mediocre) están cercenando la esencia de un país: su cultura. Cunqueiro no lo merece. Galicia y usted, tampoco.