¿A quién le importa la cultura?

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

08 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Decían Les Luthiers, que cantan las cuarenta con vendaval de luces: perdimos otra vez. Y es cierto. Las universidades han abandonado la pretensión de la excelencia y se abonan a los pedestres pagos de la formación para «competir en el mercado laboral». Las enseñanzas media y básica han desistido -por fuerza legislativa mayor- de las humanidades y, por el camino, se han dejado cualquier atisbo que entronque con la tradición porque resulta reaccionaria, contraria al progresismo y concomitante con lo conservador. Otra injuria: identificar conservador con vetusto o primitivo y progresista con moderno o renovador, ¡qué dislate! Sigo con mi lunes. Los partidos se dedican a ofrecer subvenciones y presentan, grosso modo, programas culturales instalados en la inanición intelectual, la apatía y el tedio. ¿Y la gente? La gente, que forma parte de la universidad, la enseñanza y vota a los partidos, piensa que está muy bien ser culto pero que tener dinero es mejor. Todo empezó en los ochenta, cuando hubo una oportunidad. Y el PSOE la pisoteó. Promulgaron en España la peor de las culturas: el pelotazo. El dinero como fin. Y olvidaron la cultura que reclamaban los intelectuales, los venidos del pretérito y los jóvenes excelentes del presente. Y así estamos. La cultura, en realidad, ya no le importa a nadie. Por eso triunfa lo que triunfa. Solo queda decir, como Les Luthiers: perdimos otra vez. Maldita sea.