Oscureciendo las aristas

Carlos G. Reigosa
Carlos G. Reigosa QUERIDO MUNDO

OPINIÓN

23 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

L a nueva fuerza política Podemos está oscureciendo cada vez más las aristas de su programa para ampliar su base social y su alcance político, y lo está haciendo con habilidad, para que emerja de lo novedoso lo más rentable. El marco ideológico que ahora esgrime este partido («los de abajo contra los de arriba, es decir, contra las élites») le permite ofrecer un discurso «ni de izquierdas ni de derechas» que pueda ser a la vez válido para votantes de todas las latitudes ideológicas. Porque su enemigo estaría arriba, no a los lados ni abajo.

Tan sencillo. Tan ingenioso. Y a la vez tan burdo.

Lo más difícil de entender es que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, haya tardado tanto en darse cuenta de que él y su partido pueden resultar muy dañados por esa sutil y descarada estrategia, que, si bien se mira, también es simplona y, tal vez por ello, eficaz.

Pero Sánchez estaba distraído con una reforma constitucional que no era capaz de formular y muy convencido de que, empujando al PP, todo el centroizquierda sería suyo. No oía el ruido de Iglesias y los suyos, que avanzaban precisamente por ese territorio devastado por la crisis, después de la larga marcha de Zapatero hacia ninguna parte. Sobran socialistas capaces de explicarle todo esto a Pedro Sánchez, pero no estoy seguro de que él preste atención. Y se equivoca, porque quizá aún son mayoría esos antiguos que no conciben el mejor futuro para España sin un PSOE y un PP fuertes.

El discurso mutante de Podemos tiene todavía muchos puntos débiles, precisamente por querer seguir emboscado en originalidades no contrastadas en la realidad. Pero los votantes, a la postre, se inclinarán por quien ofrezca más soluciones, genere más ilusión y despierte menos desconfianza. Es sabido que los vendedores de pócimas mágicas no fracasan siempre; por el contrario, triunfan en ausencia de una competencia efectiva.

Algo así puede suceder en futuras citas electorales. Y si ocurre será por méritos de Podemos y por deméritos de socialistas y populares, que no acaban de enterarse de qué va esto. Si a la postre todo se resume en «los de abajo contra las élites», tendrá ventajas Iglesias. Y si la situación resultante es más despejada y menos radical, las tendrá Ciudadanos.