Noche de Reyes

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

04 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La noche de mañana será crucial para la monarquía. Ahí se verá la calidad, la generosidad, la eficacia, de nuestros reyes, que un año más sienten la presión republicana del gordo de Groenlandia. La vieja rivalidad entre renos y camellos. Y saben los tres de Oriente que no se pueden relajar, que la monarquía solo sirve si funciona. Por eso mañana por la tarde, con un don de la ubicuidad solo comparable al de Fray Escoba o Mario Vaquerizo, desfilarán simultáneamente por un centenar de ciudades españolas, tirando caramelos para las caries de la sufrida chiquillería y sobre todo para los padres y madres entusiastas y competitivos. Para Leonor y Sofía los reyes siempre han sido los padres, pero para el resto de los españoles lo han comenzado a ser en el año que ha terminado hace cuatro días. Él, llegado de Palacio, y ella del telediario. Letizia se trajo al trono la buena literatura, con un ejemplar de Bajo el volcán, de Malcolm Lowry debajo del brazo. Su suegra leía a J. J. Benítez, con lo que, por lo menos en eso, salimos ganando. Que una reina lea El corazón de las tinieblas o El Gatopardo supera en mucho las expectativas de cualquier súbdito, que ha tenido que venir conformándose con que su majestad sea profesional, es decir, prudente y sufrida ante la infidelidad conyugal. Pero los reyes no pueden limitarse a no molestar, porque corren el riesgo de ser sustituidos por un jarrón. O sea que, queridos Reyes Magos, la noche del cinco mantendremos un ojo abierto, como todos los niños.