Pantomima dominguera

Fernando Salgado
Fernando Salgado A TRES BANDAS

OPINIÓN

10 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El panadero, que por alguna extraña razón confía en mi criterio político, me asalta en cuanto cruzo la puerta de la tahona: «Explícame isto de Cataluña, que antes non valía, agora vale, pero tampouco vale para nada». Farfullo un simulacro de respuesta. Salgo por peteneras con alusiones a la crisis. El cabreo escapa de la olla a presión por cualquier rendija: la utopía de Podemos en Soria o el independentismo más rancio en Barcelona. Los políticos, pillados con las manos en la masa, tratan de tapar sus vergüenzas con obscenas hojas de parra. Unos esconden sus diminutas ciruelas tras el papel constitucional y otros recurren a la pantomima dominguera para eludir responsabilidades y culpar a España de sus males. José Ramón, que cuece un pan sabroso en su horno de Castro de Amarante, me mira con cara de decepción y sigue atendiendo, con parsimonia, la cola de clientes. No he rebajado un ápice su desconcierto. Ni el mío.