Mundo en diferido
El futuro está en diferido. Como el finiquito de Bárcenas, la dimisión de Arturo Fernández de la patronal madrileña, los hijos de las empleadas de Facebook y hasta el protocolo del ébola. Es normal que Fernández, usuario ilustre de las tarjetas negras, se pierda entre pasado, presente y futuro, y reconozca sentirse «tan avergonzado e indignado como muchos preferentistas». Al rebobinar se enreda el carrete.
Muslamen
La RAE reconoce pechamen y muslamen. Se percibe la sensibilidad (eminentemente masculina) de los académicos. Por fin la definición de gallego como lengua adelanta a la acepción de «tartamudo», que supuestamente se usa El Salvador. Ya era hora. El idioma existía antes de que la palabra gallego cruzara el charco. La decisión merece una o. Pero mayúscula.
Conseguidores
El joven Nicolás prometía con su desparpajo. Habría querido ser Agag. Un conseguidor. Esa masilla que saca tajada uniendo las partes de un negocio. Pero Nicolás está acusado de usurpación y estafa. Su historia es una especie de Atrápame si puedes a la española. Aunque más cutre. Y sin Leonardo.