El David de Mas

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

29 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Primero fue el recuerdo de una mala elección. En 1714, los catalanes se equivocaron al apostar con Aragón por la sucesión de los Habsburgo a la corona de España. Se equivocaron al no aceptar el Concierto Económico en la Transición. Se volvieron a equivocar desde el gobierno presidido por el inefable Montilla y tras el Pacto del Tinell, sumió a Cataluña en una caída en picado hacia el endeudamiento. Se equivocaron al amagar con aquella denuncia parlamentaria sobre el cobro del 3%, en la que Mas se sintió ofendido, Maragall pidió disculpas y alguno decidió aplicar el 5% de «impuesto patriótico».

Se vuelven a equivocar, cuando siguen manteniendo y no enmendando, el concepto que tienen de: democracia, soberanía y derechos de las tierras y gentes de España a ser tratados como comunidades históricas-nacionalidades según la Constitución de 1978. La democracia no es solo votar, es también obedecer y respetar el ordenamiento legal, los contenidos de la Constitución Española y las sentencias del T.C. La soberanía reside, y así se lo dijeron a Ibarreche, en el pueblo español a través de sus Cortes. A estas alturas, derechos históricos, por Estatutos, tienen todas las tierras de España que configuran el Estado de las Autonomías. Lo que significa que, aunque el Gobierno se entregara al canje de más privilegios a Cataluña por renuncias a transgredir la ley, las Comunidades, sus Parlamentos y el pueblo de cada región, no lo iban a tolerar, por orgullo y sentimiento identitario, extendido irreversiblemente por todos los fragmentos del Estado que son las Autonomías.

Me preocupan y supongo que también a las Instituciones del Estado, los derechos de los españoles que residen en Cataluña, y que contemplan angustiados lo lejos que ha llegado el contencioso. Me preocupan las expectativas que la propaganda y la manipulación de la realidad han podido insuflar en esa marea-Tsunami que pide votar el 9-N. Me preocupan las heridas sangrantes de unos ciudadanos a los que les han dicho que España les roba, y que cuando se destapa lo que ha robado el clan Pujol, resulta que la culpa la tiene España, pues quien ataca al 23 años Presidente, ataca a Cataluña. Mas, utiliza la narración bíblica poniéndose en el lugar de David. Hasta el David de Miguel Ángel presenta fisuras en los tobillos, poniendo en peligro su integridad, tal como señala un estudio del pasado mayo.