Hace bien Renzi en reír primero y preocuparse, después, ante el martilleo ese de que Italia debe seguir los pasos de España. Cansa el recado. «Estimo al país y a su presidente del Gobierno, pero cuando me dicen que nuestro modelo debe ser el de un país que tiene el doble del desempleo me preocupo», dijo ayer la nueva estrella del establishment socialista europeo. Hace bien Renzi porque la España de mirada corta que presume de liderar el crecimiento, de un sistema financiero sin muletas, de una vuelta al crédito, de devolver la extra quitada a los funcionarios... no ve la tierra quemada que queda detrás. Que es esto: un empobrecimiento del sistema educativo (medible en los informes PISA), tasas judiciales, retasas universitarias, copago sanitario, práctica desaparición de la asistencia a dependientes, reducción de personal sanitario, desmantelamiento de la cooperación al desarrollo, subida de impuestos, ausencia de apoyo a la investigación y la ciencia... Hace bien Renzi. El problema es que este tipo, a quien ningún italiano eligió para levantar el país, tampoco tiene nada que ofrecer.