Bloomsday

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

15 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Solemne, el gordo Buck Mulligan avanzó desde la salida de la escalera, llevando un cuenco de espuma de afeitar y en él, cruzados, un espejo y una navaja.». ¿Sabía usted que hay un numeroso grupo de personas en el mundo a las que, cuando leen esta frase, se les pone la carne de gallina? Se trata del inicio de una de las novelas más famosas y más difíciles jamás escritas: el Ulises, de James Joyce. La obra, publicada en 1922 por la famosa librería parisina Shakespeare & Co, narra los sucesos de un día de la vida de Leopoldo Bloom, un vecino de Dublín, y su amigo el joven Stephen Dedalus. El día elegido por Joyce para su narración es el 16 de junio de 1904, es decir, mañana. Y por eso mañana en Dublín, como todos los años, se celebra el Bloomsday, el día de Bloom. La gente recorre con el libro en la mano ese viacrucis profano, que comienza en la torre Martello y acaba en la cama con Molly, la mujer de Bloom, que por cierto ha nacido en Gibraltar.

Cualquiera que haya paseado por Dublín ha visto frases enigmáticas que pertenecen al libro y habrá percibido el culto que se le rinde. La librería de París, en la que yo estuve revolviendo entre montañas de basura para encontrar primeras ediciones del Cuarteto de Alejandría, se ha quedado, hace un par de años, huérfana de su dueño, George Withman que había heredado el legado de Sylvia Beach, la editora de Joyce.

Y yo mañana, con el autor de Canta Irlanda, me tomaré una pinta de Guinness a la salud de Leopoldo Bloom, de James Joyce y de Homero.