Mientras otros hablan de fútbol, yo, hoy, voy a ir a por lana, a ver cómo salgo. Vamos allá: El alcalde de Sestao es un impresentable. Y ahora hablemos de emigración. Durante gran parte del siglo XX los gallegos emigraron a América y más tarde a Europa para trabajar como mulas. Desde allí mandaban su dinero -las famosas remesas de emigrantes- para mantener a sus familias y dar estudios a sus hijos. Una gran parte de nuestros médicos, de nuestros abogados, les deben sus carreras a los argentinos o los alemanes, que recibieron a sus padres y les dieron trabajo. En mi ciudad hay muchos extranjeros: bolivianos, senegaleses, rumanos? Pero uno no verá nunca a ninguno de los dos primeros pidiendo por la calle. A los rumanos sí. Los rumanos que piden no dan nada. No ofrecen pañuelos, por ejemplo. Se tiran en el suelo y piden. Como los quietistas de las ramblas de Barcelona, vamos. Entonces los servicios sociales, que no tienen ideología ni prejuicios, los atienden como a cualquier otro vecino. Me imagino que no todos los rumanos piden, ni todos los que piden son rumanos. En mi barrio, por ejemplo, pide también una familia gitana. Hay gitanos trabajadores y sacrificados, y hay gitanos que no mandan a sus hijos al colegio si la Administración nos les paga para que lo hagan. Lolita Flores es gitana y yo la admiro muchísimo. Lo que quiero decir es que la raza, la cultura, el origen, no debe ser un estigma. Pero tampoco una excusa de mal pagador. Y el alcalde de Sestao es un impresentable.