Un país menos centrado y más de izquierdas

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

07 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La encuesta del CIS que hoy publica este diario puede ser manipulada hasta lo inverosímil. Se puede decir, por ejemplo, que la monarquía sigue suspendiendo en el aprecio de los españoles, pero también que recupera prestigio en relación con el barómetro anterior. Se puede decir que el paro desciende como problema, como ayer destacó la web de un periódico conservador, pero se puede decir que aumenta, como dice un diario progresista. Y en cuanto a la intención de voto, se puede afirmar que el PP ganará claramente, con lo cual no hay castigo a su Gobierno, pero tampoco se falta a la verdad si se asegura que va en picado, porque en 28 meses ha bajado más de doce puntos. Y en cuanto al PSOE, tan lícito es escribir que pierde mucho menos que el PP en esos mismos 28 meses (solo dos puntos) como que en el último trimestre ha bajado dos décimas más que el partido gobernante.

Frente a ese marasmo de interpretaciones, todas defendibles, a este cronista le parece que la encuesta del CIS revela un mar de fondo mucho más trascendente: la política española se está descentrando. Hasta ahora, durante los 37 años de democracia, las simpatías de los ciudadanos se repartieron básicamente entre el centroderecha que representaron UCD y el PP y el centroizquierda que representó el PSOE casi en solitario. Hoy, el cuadro de intención de voto denuncia una fuerte y vertiginosa pérdida de seguimiento de esas dos fuerzas políticas. En las últimas elecciones generales representaron a más del 73 % de los votantes. Hoy, si la encuesta es fiable, representan al 58 %. Esos quince puntos perdidos se han ido a opciones menos centradas, básicamente Izquierda Unida y UPyD. Y un dato más: la suma de intención de voto de PSOE e Izquierda Unida da más votantes que los que hoy quedan de la mayoría absoluta del Partido Popular. La crisis retira la confianza a los socialistas, pero está haciendo girar a este país a la izquierda.

Resumen del retrato del CIS: la España política está perdiendo centralidad y está dejando de ser conservadora. Y empieza a asomar un grave fantasma: si esta tendencia de voto se prolongase a las próximas elecciones generales, estaríamos abocados a un Parlamento ingobernable o a una gran coalición como la alemana, pero sin la tradición de pacto de Alemania. Serio asunto que debiera hacer reflexionar a los señores Rubalcaba y Rajoy. ¿Tiene algún sentido que, por un puñado de votos, se dediquen a despedazarse mutuamente? ¿Tiene algún sentido que se despedacen incluso en Cataluña, para que crezcan en su lugar los enemigos comunes, que son los independentistas? Pues eso es lo que estamos viendo y esta encuesta, una señal de alerta para el futuro del país.