Va a resultar que tienen razón los que defienden la tesis de que un príncipe no puede casarse con quien le venga en gana, sino que la elegida debe reunir una serie de requisitos. Entre ellos saber comportarse para no arrancarle de forma violenta el móvil a un joven en un establecimiento comercial en Madrid, por sospechar que estuviera fotografiando a sus hijas. Al final quedó demostrado que el muchacho no fotografió a las infantas, pero Letizia se preocupó muy poco de que esos hechos hubiesen acontecido antes de comportarse de forma tan poco principesca.
¿No tiene ya bastantes problemas la Casa Real para que ni más ni menos que la futura reina se comporte así? ¿Alguien se imagina a la reina Sofía actuando de tal manera? ¿No podía haber sido su servicio de seguridad el que correctamente se dirigiera al ciudadano para advertirle de que no se puede fotografiar a unas menores?
Se comportó como una reina medieval, y ni es reina, ni España es una monarquía absolutista, por mucho que algunos miembros de tan regia familia se sirvan de su posición para hacer fortuna. La diferencia entre Sofía y Letizia es que la primera es hija de reyes, y se preparó para algún día serlo ella. Y lo dice un republicano convencido. Para princesas de todo a cien ya tenemos a Belén Esteban.