De vuelta

Jaime Miquel
Jaime Miquel TRIBUNA

OPINIÓN

09 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Quien no conoce al gallego dice que no se sabe si va o si viene, cuando normalmente es que ha ido, ha vuelto, ha vuelto a ir y ha vuelto a volver. Por lo menos el lector de La Voz. Nos referimos, naturalmente, a la fragmentación del Parlamento español si se votaran ahora unas elecciones generales, como por fin certifica la encuesta de intención de voto más influyente que existe en España. Desde el domingo 1 de diciembre, no hay más pacto de gobierno que entre el PP y el PSOE; desde el lunes 2 de diciembre, el modelo territorial del Estado no sirve y no hay consenso entre los políticos para resolver este problema, lo dice uno de los ponentes y redactores de la Constitución de 1978, Miquel Roca. El lector de La Voz ya lo sabía, y la suma de las dos informaciones nos dice algo que también hemos comentado, que el sistema de poder no convence en España y que se equivoca hasta el punto de inmolarse en dos días. Porque una cosa es que nosotros advirtamos que el PSOE no podrá arrollar al PP, ni viceversa, y otra muy distinta es que esto lo publique Metroscopia, no tiene nada que ver. Sí, estamos de vuelta otra vez cuando la prensa de Madrid está yendo al lugar donde el Parlamento está fragmentado y el consenso autonómico ha quebrado, porque jugamos con la ventaja de la investigación continuada del comportamiento electoral y de la opinión pública y, sobre todo, del análisis independiente.

Dicho esto, considérese un invento la idea de que votaría el 65 % del censo, porque las tasas de fidelidad de voto del PSOE y del PP son del 43 % (CIS, barómetro de octubre), lo que nos lleva inexorablemente hacia el 55 % de participación y peores resultados para estos partidos de lo que dice esta encuesta. No vamos a extendernos, señalaremos un único dato para invalidar la asignación de escaños de Metroscopia: el 0,6 % de los votos válidos que atribuye a Compromís equivale a 146.000 votos; con ese resultado no se consiguen los 2 diputados que atribuye la encuesta a esta coalición, a no ser que todos estos votos estuvieran concentrados en una de las provincias, lo que es imposible. Pero no vamos a insistir en lo que Metroscopia hace mal, sino lo que ha hecho bien, que es certificar que no hay más suma posible que entre el PP y PSOE para gobernar España, algo de lo más natural en las sociedades avanzadas y dueñas de su destino, como la alemana, donde los políticos hacen lo que quieren las personas. Tampoco le sorprende a nuestro lector el rasgarse las vestiduras de Ana Botella sobre la fractura de su electorado, porque ya sabemos que forma parte del márketing de la mano dura que desplegará el PP hasta las elecciones europeas, para recuperar a sus votantes desmovilizados de la ultraderecha, que es donde tienen el problema. Volviendo a lo nuestro, ahora viene el desconcierto de la clase política, que solo ve el caos y eso es algo que disfrutaremos juntos, porque tenemos los números y el análisis, sabemos lo que está sucediendo.