Cásate y sé sumisa

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

08 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Si yo fuera concejal del ayuntamiento de Granada pediría a la Fiscalía que investigase La perfecta casada, de fray Luis de León, y la Biblia. O, ya puestos y para compensar, Lolita de Nabokov y Justine de Sade. Y todos a la hoguera, con sus autores detrás. Es curioso; vivimos en un país donde nadie lee libros pero hay afición a quemarlos. Nazismo, se llama eso; y, oigan, siempre hay hermandad entre las derechas y las izquierdas. Una de las memeces más peligrosas es la memez de los puritanos. Lo cierto es que Cásate y sé sumisa puede ser tranquilamente el título de la última entrega de 50 sombras de Grey, que tanto éxito tuvo el año pasado entre las amas de casa. No deja de hacerme gracia, y en cierto modo me produce ternura, la fe que muchos tienen en el poder de los libros. La mostraba la Iglesia católica con su famoso Índice, que duró cuatrocientos años. Y la tenía Franco con el terror que le producía la editorial Ruedo Ibérico. Por prohibir, hasta prohibieron La familia de Pascual Duarte. Este año se han cumplido diez de uno de los sucesos más bochornosos de nuestra democracia, la persecución -con debate en el Congreso incluido- de la obra Todas putas, de Hernán Migoya. Personas como Juan José Millás, Pilar Rahola o Lucía Etxebarría, arremetieron contra esta colección de relatos con ira fascista purificadora, hasta que Vargas Llosa, Muñoz Molina y Pere Gimferrer pusieron un poco de cordura en esa caza de brujas. Por eso yo digo: cásate y se sumisa si te da la gana. Y si no, no.