Todo comenzó con el titanio

Manuel Luis Casalderrey
Manuel-Luis Casalderrey RINCÓN ABIERTO

OPINIÓN

30 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En 1952 el doctor sueco Brånemark estudiaba la producción de células sanguíneas en la médula ósea. Practicó unos orificios en el fémur de unos conejos y los tapó con unas láminas de titanio, tan finas que eran transparentes a la luz intensa. Cuando quiso retirarlas, no lo consiguió, porque el titanio se había fijado al hueso. Hasta entonces, nadie había conseguido integrar el metal en el hueso. El titanio no desencadena ninguna reacción inmune de rechazo e incluso hace que los osteoblastos (células encargadas de la formación de los huesos) se unan al titanio, como si no hubiera ninguna diferencia entre este elemento y el hueso.

Así comenzó el uso de titanio para prótesis de cadera y de otro tipo. Hoy se han incorporado nuevos materiales (aleaciones, materiales cerámicos, polímeros, etcétera) que han mejorado el funcionamiento y la duración de las prótesis.