Aznar y las bragas de Milá

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

26 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

E l hipotético regreso de Aznar tendría ciertas ventajas: que ha mejorado su acento americano y que ya tiene a la hija casada y no necesita repetir la boda de El Escorial. Lo que pasa es que, cuando mira a la cámara y habla, uno se acuerda de las armas químicas que nunca existieron, y ya no se fía. Yo creo que Aznar para volver a la cresta de la ola tiene que hacer como Mercedes Milá, que enseña el sostén y las bragas. Tiene, vamos, que cambiar de chip, como hicieron, por ejemplo, Verstrynge o Pilar Raola. Yo iría más por lo de hablar catalán en la intimidad, aunque Wert les ponga en casa un profesor particular de castellano y se lo quite de la nómina. Ha dicho el alcaldeso que lo de la luz de la niña que pagó el bigotes es un regalo de un invitado a un contrayente. La suegra del citado contrayente afirma que la duda ofende, y tiene razón. A mí me ofende que alguien ponga en duda que pagar setenta mil euros de luz de la boda de la hija del presidente del Gobierno no es un acto de corrupción. Mientras el uno está en la cárcel, el otro quiere volver a la política con sus pulseras de cuero y su coqueta melena juvenil. Pero que tenga cuidado, porque la gente que entonces vio las fotos en el Hola ahora está en la fila del paro y ha perdido el sentido del humor. Aquí ya no se ríe nadie, ni cuando le ve las bragas a Mercedes Milá. Pero esto se arregla cambiando de canal y viendo las subastas de los trasteros, y lo de Aznar, en cambio, tiene mala solución. Como no se compre la casa de Perbes?