Sobradamente parados

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

29 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La generación mejor preparada de la historia. La frase, aplicada a los jóvenes, se ha repetido como un mantra en los últimos tiempos. Y resulta que en realidad es la generación mejor parada de la historia. Durante muchos años la universidad y la empresa han hablado idiomas distintos. Hoy ni se entienden. Arden en el fuego de la crisis piras de títulos universitarios. Devorados por el paro. Consumidos por el paso del tiempo, que va oxidando el conocimiento. Sin un lugar en un mercado laboral anoréxico. La inserción laboral de los licenciados en el campo de las artes y humanidades es casi una leyenda urbana. Los pragmáticos adoradores de la cifra dirán que ellos ya avisaban. ¿Para qué la literatura o la filosofía? ¿Para qué las humanidades si triunfa la deshumanización? ¿Para qué las lenguas clásicas si Grecia se hunde y Alemania sabe latín? Pero en la puerta de las aulas hay un muro de cristal incluso para los que dominan los secretos de la física nuclear y el mecanismo de los algoritmos. Arquitectura y Telecomunicaciones hace pocos años eran un seguro de vida laboral. Ahora forman parte también de los millones de inversiones personales y públicas que se van por el sumidero de la crisis. Como tantas cosas.