Nos faltaba la mafia rusa

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

26 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Me estaba empezando a poner nervioso, y no era para menos. Iban pasando las horas del viernes, y no había una corrupción nueva que llevar al folio. Todo era muy deprimente, porque Rajoy no recordaba la última vez que había hablado con Bárcenas, y el presidente no tiene edad para tener problemas serios de memoria. Duran i Lleida volvía a estar en apuros por la sentencia de la financiación de Unió, pero con Duran no hay que ensañarse, porque es el único nacionalista que aún piensa en España. Y el otro episodio, el de la señora que se hace llamar Amy Martin, lleva camino de terminar en la crónica rosa del marido que rompe con su esposa y le hace una obra de caridad.

Pero está visto que no hay que perder la esperanza. Sin esperar a la tarde, saltó lo de Lloret de Mar, que queda un poco a desmano, pero promete. Se habla de un blanqueo de 50 millones de euros, que por volumen deja pequeño lo de Bárcenas. Por lo visto, aquí los blanqueadores no andan con chiquitas, y los de Lloret pasaron por la lavadora más de ocho mil millones de nuestras añoradas pesetas. El blanqueo sigue siendo la industria más próspera del país, aunque Hacienda y la Fiscalía tarden en enterarse.

Escenario de la indagación de la Guardia Civil, el Ayuntamiento. Para no perder la costumbre. Con dominio de CiU, aunque nos falte por saber si es de C o de U, pormenor muy valorado para distinguir si hay más corrupción en Convergència o en Unió, y sobre todo para adivinar si se puede dar con el tiesto a Mas en la cabeza o si la madeja pudiera conducir a uno de los superdotados hijos de Pujol. Y el detalle que empezábamos a echar en falta: ¡la mafia rusa, leñe! Aquí ha caído la china, la pepera, la sociata y la independiente, pero la rusa está intacta. Y es delicioso, créanme: una empresa dedicada a la limpieza de gas y petróleo, pero tan diversificada (y falsificada) que se dedicaba de verdad a la intermediación inmobiliaria. Y con un empresario benefactor del pueblo, que hasta patrocinaba el equipo de fútbol.

Dice el jefe de la oposición de Lloret que lo descubierto solo es la punta del iceberg. Dice el alcalde CiU que todo el Ayuntamiento está limpio. Digo yo que 50 millones, y de origen urbanístico, no se blanquean sin connivencia municipal. Y añado que quise escribir sobre esto básicamente por dos motivos. Uno, por lo que acabo de decir de la mafia rusa, que estaba empezando a pensar que era tan perfecta que ni dejaba huellas, al revés de los políticos pringaos. Otra, porque, en materia de corrupciones, no hemos tenido el día en blanco. Un día sin una buena corrupción, sin un desfalco o un buen blanqueo no puede traer nada bueno. Sería señal de que alguien o muchos están robando en la impunidad.