Díaz Ferrán y su cuadrilla

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

08 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

A ver si somos capaces de ver el problema en toda su dimensión. Y no dejamos que la euforia nos oculte la realidad. Díaz Ferrán no es solo Díaz Ferrán. Es él y la cuadrilla de palmeros que lo auparon a ser uno de los referentes económicos y mente brillante del mundo empresarial español. Díaz Ferrán sin la cuadrilla de palmeros, sería hoy un vulgar delincuente que estaría en Soto del Real compartiendo módulo con estafadores y pederastas.

La trayectoria delictiva de Díaz Ferrán la escriben él y sus palmeros y guitarreros, con la ayuda de algún gaiteiro. Esos que lo llevaron a presidir una organización empresarial, los que siguieron sus consejos, los que lo promovieron, los que miraron hacia Poniente cuando se supo de sus fechorías, los que lo premiaron, los que lo sentaron a su mesa y los que lo protegieron.

Sin ellos Díaz Ferrán no hubiera podido presidir su comunidad de vecinos. Por eso sorprende que a estas alturas se le siga considerando empresario, equiparándolo con quienes viven aterrorizados por el futuro de su empresa, con los que no duermen pensando en cómo salir adelante, con los que van al psiquiatra porque la situación los está destrozando y con los que no logran un crédito ni de rodillas. Díaz Ferrán no es un empresario al que le han ido mal los negocios. Es un estafador. Y un trilero.