«Term sheet»

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló EL CHAFLÁN

OPINIÓN

30 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Nadie puede asegurar qué va a ser de lo que queda de las dos viejas cajas de ahorros gallegas. ¿Cuál es la intención de los reguladores -si es que tal cosa aún existe- en relación con Novagalicia Banco? Que se cambien las reglas del juego en medio de la partida no debería sorprender. Ya sucedió en el pasado. Almunia, ese señor que tanto manda desde Bruselas después de que los electores de su país le diesen un varapalo electoral, parece tener claro lo que muchos ciudadanos menos viajados sospechan hace tiempo: el negocio bancario acabará en manos de alguno de los grandes del sector.

De la intervención del vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de la Competencia podía deducirse que NCG tendría un colchón de cinco años para despejar su camino. Es decir, sanearse, lograr la entrada de inversores y caminar en solitario con el foco puesto en las familias y las pequeñas empresas del noroeste de España. Sin embargo, otra lectura de las palabras de Almunia bien podría ser la siguiente: cinco años para cerrar oficinas, despedir empleados y cuadrar balances, y una vez hecho -con ayuda pública-, que otra entidad financiera la engulla.

Hasta que ayer un ejecutivo del Banco de España afirmó que la subasta será el año próximo, aquello era lo que se suponía que dice lo que los técnicos llaman term sheet, que en versión doméstica es un pliego de condiciones. Tal vez nos gusta más utilizar la expresión inglesa porque sheet suena casi como otra palabra de significado exactamente escatológico. ¿Será porque, como diría aquella ministra de infausto recuerdo, es un plan de mier...?