La foto de la NBA

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

16 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Era la final del año 88. Era el sexto partido. Los Chicago Bulls perdían por tres puntos. Pero apareció una vez más un jugador enorme, el hombre de la elasticidad sin límite. Quedaban 41 segundos. Y Michael Jordan, el Di Stéfano del baloncesto, hizo la primera de las tres proezas. Se coló hasta el aro y dejó una bandeja que ponía a su equipo a un punto de ganar el anillo. Enfrente, los Utah Jazz de Karl Malone y John Stockton, que no eran una pandilla de amigos. Atacaba Utah y llegó el segundo milagro. Jordan le birló el balón a Malone y cruzó el campo con toda la tranquilidad del mundo. Hizo lo que solo saben hacer los grandes jugadores de cualquier deporte. Congeló el tiempo, paró todos los relojes. Botó y botó. Se coló dentro de la línea de tres puntos, amagó con entrar a canasta y se echó varios pasos hacia atrás. Pasos para la historia del baloncesto. Entonces fue cuando saltó y lanzó a falta de seis segundos y seis décimas el tiro más famoso, el disparo de un título. Otro que estaba disparando desde el otro lado de la pista era el fotógrafo Fernando Medina. El balón hizo un vuelo perfecto y entró. Chicago, campeón, otro anillo al dedo. Y Fernando Medina había sacado el momento del lanzamiento, la camiseta 23 saltando. Una foto que acaba de ser considerada como la mejor foto de la historia del deporte. Los fotógrafos son cazadores. Y Medina cazó al mejor en el mejor momento.