Cambio de ciclo

Pablo Mosquera
Pablo Mosquera EN ROMÁN PALADINO

OPINIÓN

01 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Supongo que los dirigentes del PP han tomado nota del cambio que en poco tiempo se ha producido, afectando al tejido social que expresó soberanamente su estado de ánimo con las reformas del Gobierno.

Paro, economía y conducta de los políticos. Tres graves problemas para los ciudadanos. Tres cuestiones que dieron lugar al voto de castigo contra el Partido Socialista en elecciones de mayo y noviembre del 2011. Pero, lo mismo que se hace uso de la alternancia mediante el voto, se puede volver a votar contra el que nos defrauda y así sucesivamente, pasando por la abstención, como ha sucedido en las recientes elecciones andaluzas y asturianas.

España no puede estar al albur de lo que mande Alemania. España no puede estar más preocupada y ocupada por la deuda privada de la banca que por un modelo económico incapaz de crecer, dejando en la cuneta más parias sin trabajo y en la pobreza.

No vale con asimilar la falta de fuerza de unos sindicatos que no tienen mayor capacidad de convocatoria para la huelga general, que algunos descalifican diciendo aquello de «cómo es posible una huelga cuando un país está tan mal económicamente». Pues sí, precisamente por eso. Si estuviera bien, si no hubiera explotación del hombre por el hombre, si no se le hubiera dado a la patronal la capacidad para despedir fácil y barato, si se hubieran puesto en marcha medidas para que de verdad fluyera el crédito a las pequeñas empresas familiares y a los consumidores, no habría hecho falta el grito de las clases populares en las calles y factorías.

En cualquier caso, seguro que en Galicia y en Euskadi, próximas citas electorales, los partidos que pueden ganar o perder las elecciones lo van a pensar antes de convertir la austeridad necesaria en recortes de los derechos de los de siempre.

Mientras las grandes compañías han dejado de ganar menos que en el pasado ejercicio, los trabajadores y los pensionistas apenas pueden aguantar su dignidad entre los recortes salariales y los incrementos de los precios del combustible y la energía, continuando la sangría de los cierres en pequeñas empresas. A los engominados señores que mandan en las finanzas todo ello se les antoja insuficiente; incluso recomiendan que nos acojamos al fondo de rescate? para la banca. ¡Hasta cuándo!