EL PASADO DÍA 13, La Voz de Galicia anunciaba en su primera página un artículo de su presidente y editor, Santiago Rey Fernández-Latorre, «El compromiso de un título», al que acompañaba un sumario que decía: «Es evidente que La Voz no puede mirar hacia otro lado cuando se conculcan o se desprecian los intereses de Galicia».
23 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.El artículo, publicado en la página 5, tuvo gran impacto y repercusión entre la clase política, medios empresariales y sociedad en general. Muchas han sido las llamadas y cartas recibidas por esta Amiga del lector sobre el mencionado artículo. Analizar su contenido no es tarea de esta defensora, pero sí atender las consultas que hacen los lectores al respecto. «Son lector asiduo de La Voz de Galicia dende cativo -escribe Pedro González Barcia, de A Coruña-. Como tal, pensaba que estaba afeito á falla eterna dun editorial nas páxinas de opinión, coma noutros xornais, por moito que todos coñezamos a súa liña editorial comprometida con Galicia. Foi por iso que o habitual almorzo do pasado mércores 13 resultou distinto e mesmo diría que emocionante. O propio editor de La Voz asinaba un brillante texto editorial ratificando en cada verba o compromiso ineludíbel de La Voz co país e, sobre todo, cos seus lectores». El «Prestige» «Coido que explicitar a liña de pensamento dun xornal non está rifado co inescusábel compromiso coa verdade, a honestidade e a ética periodística. ¿Ou acaso non marcou La Voz, por exemplo, unha clara liña editorial coa súa denuncia da pasividade da Administración autonómica e do Goberno do Estado no desastre do Prestige ? Aqueles días, La Voz fíxose merecedora do creto da cidadanía pola súa imparcialidade. »As páxinas de opinión agrandan e enriquecen ao xornal que as aloxa, se son sinceras e independentes. Eu animo a La Voz a perseverar nos contidos que se expuxeron neste editorial e a que nos faga partícipes máis asiduamente de dito compromiso cos lectores que cada día, igual que o pasado mércores 13, buscamos no noso xornal a noticia veraz e a opinión sen carraxe». Grave error También desde A Coruña, otro lector, Manuel Fojo, nos había interrogado sobre el editorial, aunque antes del artículo de Santiago Rey. «El día 3, La Voz reprodujo el primer editorial del diario, de 1882, por su vigencia en la demanda de infraestructuras. Bonito editorial, pero ¿dónde está el de ahora? La Voz no tiene editorial y, sinceramente, me parece un grave error no tenerlo y también otro grave error jactarse de ello reproduciendo un editorial pasado. ¿Cómo es que no tienen editorial? ¿Qué opina el director, o sea el periódico, del puerto exterior, los malos olores, la discriminación del alcalde de A Coruña con otros medios periodísticos, la guerra de Irak, el nuevo presupuesto estatal, la nueva programación televisiva, los cambios de Irureta en el último partido o el color de los pasos de cebra...? ¿Qué opina mi periódico? (...) Acercar la opinión del director al público, aun con sus riesgos, me parece una forma muy honesta para situar al periódico en el marco de una tendencia clara, sin ambigüedades, duela a quien duela». En sentido estricto, el editorial es la opinión del periódico sobre un determinado tema. En ese texto se pone de manifiesto de forma colectiva o impersonal la opinión del diario. Normalmente lo escribe el director o la persona en quien éste delegue. En los medios más importantes existe un equipo editorial, que puede estar formado por periodistas o personas ajenas a la Redacción, especialistas en determinados campos. «Por tratarse de una labor delicada y comprometida para el periódico, el artículo editorial se confía tan sólo a personas perfectamente identificadas con la línea política de la dirección o los propietarios de la empresa», dice Juan Gutiérrez Palacio en su obra Periodismo de opinión . En un sentido menos exclusivo, pueden considerarse también editorial los comentarios firmados por el director con su nombre o seudónimo, y, por supuesto, por el dueño o el editor del periódico. No cabe duda de que, aunque los editoriales no llevan firma, los textos rubricados por el dueño, el editor o el director expresan el pensamiento y la opinión del medio. Lo que un lector busca en un editorial es una explicación, una orientación sobre lo que ocurre y le afecta de forma inmediata y personal. Compromiso con Galicia Como es el director quien suele exponer la línea editorial, nos dirigimos a Bieito Rubido para que dé respuesta a nuestros lectores. «La línea editorial -dice- emana del editor, quien en sus despachos diarios conmigo y en otras reuniones más amplias, de periodicidad irregular, va perfilando los enfoques y puntos de interés en los que debe centrarse el trabajo periodístico de La Voz de Galicia. A partir de ahí conviene decir que este diario no tiene artículo editorial pero sí línea editorial, como evidentemente perciben los lectores que siguen el periódico de forma habitual. »Como ha expresado muy recientemente el presidente y editor de este diario, Santiago Rey Fernández-Latorre, un periódico que acumula una trayectoria de 122 años tiene muy claro desde el primer número su compromiso con la democracia y con Galicia. Prueba de ello es el hecho de que nuestra nómina de colaboradores y opinantes se distingue del resto de la prensa en dos aspectos fundamentales: la pluralidad de pensamiento que se observa en los articulistas y su clara vinculación con Galicia, en donde viven la mayoría. Es decir, tenemos una Opinión propia. »Así como otros medios son monolíticos y sólo acogen artículos que apuntan en una dirección, La Voz de Galicia considera que el contraste de pareceres es fundamental para favorecer el debate y crear ciudadanía. De ahí nuestra apuesta por la diversidad. »Esta toma de postura, impulsada por el presidente de La Voz de Galicia, ya es en sí misma una posición editorial».