La vida

La Voz

OPINIÓN

CÉSAR CASAL GONZÁLEZ | O |

29 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

A LA VIDA hay que sacarle siempre las cosquillas, porque un día termina. No queda nada en el plato, ni postre ni chupito. Se acabó. Tenemos que intentar que las cosas a la fuerza sean las justas, las que obliga el sueldo, el tener que comer todos los días, la convivencia, y poco más. Nos dicen que todo es fácil, que la desgracia es para otros, para el vecino, que la risa la regalan y no es cierto. En la vida te llevas unos palos tremendos. Por eso hay que exprimirla, sacarle el zumo. Todos los muertos estaban vivos ayer, le oigo decir a ese cuerdo genial que es Iñaki Gabilondo. Siempre es así. Cuando perdemos a un ser querido, nos parece mentira, la niebla de la irrealidad, el lobo de una pesadilla. Tampoco nosotros somos eternos. Una mala hora, todas las horas hieren y la última mata, se nos acaba el puñado de arena del reloj y también dirán de nosotros que estábamos vivos ayer. Fíjate. Sólo nos queda una certeza: nuestro padre también enterró a su padre y supo seguir adelante, apretar los dientes y dárnoslo todo. Es lo que nos resta para sumar, eso y la cuerda enorme, interminable, de los abrazos, de los que nos quieren, de los que tenemos cerca, a un paso. Ánimo, siempre. En lo bueno y en la malo. cesar.casal@lavoz.es