AZNAR llega a María Pita y se contagia del espíritu liberal, de liberalidad, que empapa aquel edificio e institución, y anuncia, no en mítin, sino tras Consejo de Ministros, que no es hablar paja, sino hablar por el BOE, una aportación económica que deja retacas las pretensiones de Zapatero y de Quintana. Con esos datos en la mano, ¿tendrá Nunca Máis que darse una tregua y sus representantes hacer una asamblea? La actitud defensiva y de negación de la tragedia a que el Gobierno nos tenía acostumbrados ha cambiado; el mismo gesto de Aznar distaba mucho ayer de su rigidez habitual. El presidente reconoció, incluso, que sigue llegando fuel. Tras las frustraciones de estos dos meses, tras las decepciones de otras crisis, el nuevo modo de afrontar el problema habrá permitido a muchos respirar aliviados. Otros ya aventuraban que la comunidad no será la misma después del Plan. Galicia vale eso y más. Tal vez haya sido el esfuerzo épico de nuestra gente marinera la que por fin la ha puesto en valor.