ESPECTÁCULO INÚTIL

OPINIÓN

14 jul 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Hay quienes defendemos que los debates sobre el estado de la nación no son más que un espectáculo de ilusionismo y prestidigitación. Hay quienes creemos que ya no sirven ni para matar el tedio de las tardes de verano. Pero si ésta es la idea que se le podía aplicar a los anteriores, del que hoy se inicia no puede decirse ni siquiera eso. Algunos nos sirvieron, al menos, para comprobar la capacidad de engatusamiento para transmitir los éxitos o los fracasos de una gestión. Pero el de hoy, ni eso. El debate del estado de la nación de este año ya se ha celebrado. La pasada semana. Cuando el presidente Aznar cambió a más de la mitad de los miembros de su Gobierno. Cuando, posándose sobre la dura realidad, se vio obligado a reconocer el descalabro de su política en el último año. Cuando al fin entendió que es un error gobernar a golpe de decretazo y dialogando con la sociedad a través de las páginas de los periódicos. La foto del debate que hoy se inicia no va a ser la del presidente enumerando sus logros desde la tribuna del Congreso. Ni la de Zapatero recriminándole su gestión. La foto de este debate es la que el pasado jueves pudimos ver en todos los periódicos. Las caras de Juan José Lucas, Juan Carlos Aparicio, Ana Birulés, Jesús Posada, Pío Cabanillas y Celia Villalobos. Desencajados. Frustrados. Hundidos. El fiel reflejo de la política que este Ejecutivo ha puesto en práctica en los últimos meses. Por eso, el encuentro arranca lisiado. Sin vida. Sin atractivo. Todo lo que se podía debatir ya se ha hecho. Ha sido un reconocimiento a un revés estrepitoso. Ha perdido el tiempo Zapatero que lleva días rodeado de asesores, colaboradores y especialistas escribiendo el guión con el que poner en aprietos al presidente. Ha hecho un esfuerzo inútil. Le han chafado la reválida. Zapatero y Llamazares demostrarían cordura y nos harían un gran favor, si hoy se limitasen a felicitar a Aznar. Por lo único positivo que hizo en el último año. Reconocer su fracaso.