-«!Gorbachov!», le interpeló Jordi Pujol desde el otro lado de la mesa: «Habrá un día cuando ya no sea yo presidente de la Generalitat que Cataluña será independiente. Yo ya no seré presidente entonces pero Cataluña será independiente». El ex presidente de la URSS le respondió como una centella y su traductora también: «Entonces lo mejor será que siga usted como presidente de la Generalitat». Y aclaró: «Si tienen más autonomía que los länder alemanes, tienen incluso policía propia y un alto nivel de vida, ¿para qué quieren la independencia?». Y todavía sentenció: «Si Cataluña o el País Vasco alcanzaran la independencia generarían un proceso de secesiones que llevaría a Naciones Unidas de 200 a 800 estados y el mundo sería ingobernable. Perderíamos todos, incluidos los que consiguieran la independencia». Pujol, ante el silencio expectante de Helmut Khol, de Jaume Rodríguez, el anfitrión, y otros dos privilegiados espectadores que compartíamos la mesa le precisó: «Aunque yo le diga esto quiero que sepa que Cataluña contribuye decisivamente a la estabilidad de España. Y no sólo en lo económico, también en lo político. Cataluña es en la España actual un serio factor de estabilidad». -«Eso lo sabe hasta el ciudadano Mihail Gorbachov», replicó distendido el hombre de la perestroika . -«Estoy convencido de que Gorbachov lo sabe», dijo Pujol. «El que parece no saberlo es Aznar». No podía regalarnos el destino mejor fragmento de diálogo con semejantes personajes en escena para iniciar una serie de artículos bajo el epígrafe Global-Local. Ese es el título que concordamos con el profesor Manuel Castells, de la Universidad de California- Berkeley y actualmente profesor en la Universitat Oberta de Catalunya, para una serie de programas que venimos realizando desde hace dos años en distintas televisiones autonómicas o equivalentes. En el Canal 33 se llamó Catalunya XXI , en la TVG, Galicia Século XXI , y en Canal Sur, a petición de Rafael Camacho, El siglo de las luces , pero el concepto es el mismo: vivimos un proceso de globalización irreversible con refuerzo de lo local, acaso como reacción al riesgo de pérdida de identidad. Global-Local es la síntesis, la combinación de macrocifras y entorno de vida personal; una mezcla de tendencias y microclimas; fusión de lo general y lo cercano. Ese diálogo Gorbachov-Pujol mantenido hace pocos días en Barcelona ilustra brillantemente ese concepto: de Cataluña al mundo; de Naciones Unidas a Catalunya o el País Vasco; de los grandes conceptos -independencia, autonomía, estabilidad, equilibrio, desestabilización- a las realidades concretas -más autonomía que los länder alemanes, alto nivel de vida, policía propia...-. Aunque resulte aparentemente contradictoria, Global-Local es una vía de ida y vuelta para entender el mundo en transición que nos ha tocado vivir. Cualquier análisis local que desconsidere lo global puede terminar en aldeanismo. Y cualquier análisis global que ignore lo local puede ser una generalización. Y ya nos advirtió Baudelaire que «todas las generalizaciones son falsas. Incluida la presente».