FORTALEZAS ECONÓMICAS

La Voz

OPINIÓN

JOSÉ MANUEL ROMAY BECCARÍA

30 oct 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

En un artículo anterior resumí la opinión de Víctor Pérez-Díaz y J.C. Rodríguez sobre el modelo bávaro y/o irlandés para un desarrollo acelerado de Galicia y sus ideas sobre la vertiente identitaria de ese modelo y sobre las ventajas del modo de ser gallego para alcanzar ese desarrollo acelerado. Hoy me ocupo de lo que son para nuestros autores las bases económicas de partida de un proyecto tan ambicioso. Tenemos en efecto, según Pérez-Díaz y Rodríguez, un gran potencial de crecimiento económico. Podemos, con razón, imaginarnos a Galicia como una Baviera de menor tamaño pero con el potencial de convertirse, a una escala diferente, en una economía tan avanzada como la bávara. Para ello, nos dicen estos prestigiosos sociólogos: Contamos entre las 50 mayores empresas de Galicia con un conjunto de 10-20 empresas de primera línea. Entre esas primeras empresas cada firma ocupa un lugar muy destacado en el ranking sectorial de España. Inditex, no sólo la primera empresa de confección en España sino la primera empresa española en la historia que es líder en un sector industrial a nivel mundial, es el caso más destacado, pero a juicio de nuestros autores, son destacables también Citroën y su pujante sector auxiliar, Pescanova (primera compañía española en el sector de congelados), Coren (el ejemplo más notable de la agroindustria gallega), Finsa (primera compañía maderera española) o Gadisa (principal grupo gallego de distribución alimentaria al por mayor y menor). Las cincuenta mayores empresas o grupos (entre los que, además de los ya citados, podrían señalarse Unión Fenosa, Megasa, Constructora San José, Vegonsa, Froiz, Subel, Leyma, Calvo, Jealsa, Fadesa, Bazán-Astano, GNK Indugasa, Copo, Vieira, Zeltia, La Voz de Galicia, Adolfo Domínguez, Grupo Cortizo, Frigoríficos del Noroeste, Feiraco, Caramelo, etcétera) nos dan la especialización industrial gallega: automóvil, agroalimentación, confección, cárnicos, congelados y madera. Esas grandes empresas han ido consiguiendo que una mayor parte del valor añadido se quede en casa, han contribuido al auge de la exportación gallega y, por tanto, a hacer de la gallega una economía bastante abierta. Portugal y América Latina son foco territorial claro de su vocación exterior. Sectores dinámicos En el sector servicios destacan las firmas financieras locales y sobre todo las cajas (Caixa Galicia entre las 5 primeras de España; Caixanova, en un lugar bien destacado, y uno de los primeros bancos regionales, el Banco Pastor). Tenemos en la pequeña y mediana empresa una clase empresarial relativamente joven que está a cargo de/o formándose en empresas exportadoras con productos o servicios modernizados, con creciente informatizacion e inversión no desdeñable en I+D. Tenemos un tejido económico en claro proceso de modernización. Nuestra agroganadería es mucho más eficiente que hace quince años. La modernización del sector a través del cambio de productos orientado por el mercado (proporcionalmente más vino, más flores, menos patatas y cereales; más leche, menos huevos, menos porcino, más vacuno...), el aumento de tamaño de las explotaciones, la acelerada mecanización y el uso de nuevas tecnologías explican que la productividad se haya multiplicado por 2,5 entre 1985 y 1997 y consiguientemente que mucha menos mano de obra produzca el mismo valor añadido en términos reales. Esa mayor eficiencia ha sido acompañada de una creciente vinculación de la producción a una industria local transformadora y a cadenas de distribución locales que, por ahora, resisten bastante bien la competencia foránea (Coren es ejemplo notable de todo ello, Gadisa también). Tienen creciente importancia las denominaciones de origen (Ternera Gallega, vinos de distintas zonas, quesos de Arzúa-Ulloa y San Simón, patata y la más genérica de Alimentos de Galicia). La importante labor de la Administración en este sector, durante los últimos años, es también innegable. Nuestro sector forestal (añado yo) representa un 40% de la producción de madera en España y cuenta con las mejores condiciones naturales de Europa para el crecimiento de muchas especies. Los buenos resultados alcanzados en la última década contra los incendios forestales han terminado con una de las mayores catástrofes naturales de nuestra historia y han propiciado la repoblación ordenada y con plantas de mejor calidad de más de 400.000 hectáreas (el 20% de la superficie de nuestros montes). El sector pesquero gallego, de vieja tradición, representa un 25% de las capturas europeas y ha demostrado una gran capacidad de adaptación (de la flota, de los marineros) a los nuevos caladeros y mercados, y al creciente desarrollo de la acuicultura. Pescanova creó de la nada el mercado de pescado congelado en España. Y acabó convirtiéndose en una multinacional de tamaño medio con presencia en la mayor parte de los mercados internacionales del sector. En la conserva hemos pasado unas décadas de 400 a 500 empresas, y tenemos ya algunas entre las primeras de España. En los sectores secundario y terciario también hay fortalezas reseñables. De ellas hablaremos en una próxima ocasión.