UN «CRACK» SENSIBLE

La Voz

OPINIÓN

MANUEL LÓPEZ-LIGERO EL PERSONAJE / RIVALDO

11 oct 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Los analistas del fútbol han realizado multitud de diagnósticos en referencia al «síndrome del jugador descontento». Algunos, los más pragmáticos, creen que lo que piden es más dinero; otros, alineados en la facción romántica, piensan que con sus enfados infantiles lo que solicitan en realidad es más cariño. El caso de Rivaldo sólo puede incluirse en el segundo apartado, ya que cobra 1.100 millones al año. El aumento de su contrato supuso el primer trabajo de Joan Gaspart como presidente del Barcelona. «Si no me quieren, me voy», dijo el jugador el pasado domingo en respuesta a las suspicacias provocadas por su misterioso viaje a Brasil. Rivaldo está dolido con una afición que siempre le exige más. Combina sus destellos de artista con una rara tendencia al esfuerzo laboral, pero no parece ser suficiente. El público del Camp Nou se ha acostumbrado a pitarle cuando no sale airoso de los regates o no acierta en una clara ocasión de gol. Gaspart, por el momento, no se inquieta, aunque tampoco descarta un posible traspaso. Los azulgranas han aprendido a vivir sin Maradona, sin Schuster y sin Figo. Rivaldo tampoco es intocable.