«Soy rojo y he sido un libertino»

La Voz

CULTURA

30 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Caballero Bonald se ha retratado como escritor y como persona en sus entrevistas, como las concedidas a La Voz.

literatura

Por qué escribir. «Escribo en legítima defensa. Lo que en el fondo me incita a escribir es defenderme de todo lo que me ofende, de todo lo que me injuria, me exaspera o me emociona». «La literatura, la gran literatura, inventa la realidad, ofrece una versión distinta de la realidad, crea una doble vida».

La poesía, clave. «La síntesis máxima de intensidad y de belleza que se puede conseguir manejando el idioma». «Creo que la poesía es algo que se puede filtrar en cualquier género. Como un sustrato, un material que funciona en todos los géneros literarios. En mi obra novelística y de memorialista creo que la poesía funciona de algún modo. No en el sentido de la belleza del lenguaje, sino porque hay una especie de penetración de la realidad que puede llamarse poesía».

La memoria. «Escribo porque he vivido, de lo que he vivido. No sabría escribir sin ella». «Sí, la memoria como factor desencadenante, recordar lo que he vivido para volverlo a vivir en el poema; la fugacidad del tiempo, el tiempo que pasa también es muy importante. Yo soy viejo, pero la vejez es un estado de ánimo y yo no me siento viejo».

planteamiento vital

Amigos y enemigos. «Unos amigos, que luego formaron el grupo poético del 50, usábamos la noche como forma clandestina de vivir. Y empleábamos la bebida como una especie de oposición al sistema, para ir en contra de los biempensantes». «Un viejo académico, que es un cretino, me llamó rojo y libertino y me enorgulleció. Soy rojo y he sido libertino».

Vocación de marino. «Quise serlo, pero fue una decisión completamente literaria, para emular a los héroes. Sufrí una tisis y me di cuenta de que no estaba para muchas navegaciones».

«En España hay ahora una cierta tendencia a la banalización y a la mediocridad»

«La solemnidad excesiva en literatura, y en poesía más, me parece un coñazo»

J. M. Caballero Bonald