Luis Antonio de Villena: «La huida hacia la sensualidad siempre se relaciona con el sur»

R. García A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

23 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Una conferencia leída es una conferencia aburrida; el texto está hecho para ser leído, va a los ojos. En la conferencia el habla va al oído y si la lees es un texto que va al oído pero debería ir a los ojos». Esto argumentaba Luis Antonio de Villena (Madrid, 1951) ayer en la sede de la Fundación Barrié de A Coruña, donde cerró el ciclo Maestros en la sombra. La otra cara del Museo del Prado. En su intervención de hora y media, sin papeles, el escritor habló sobre Alma Tadema y el decadente sueño burgués. Tadema es un pintor holandés fallecido hace ahora un siglo.

-¿Por qué le atrae este pintor?

-Lo conozco desde hace mucho, porque yo había estudiado Clásicas y él recrea la Roma antigua. En mi época juvenil nos gustaba mucho buscar pintores raros, escritores raros, ese tipo de artista importante que ha quedado un poco perdido. Empecé viéndolo en Londres, allí está el 80 % de su obra. Me gustó por la suntuosidad, los grandes cuadros, y al ir entrando en su obra adivinas mensajes subliminales de la pintura académica como, por ejemplo, una invitación al viaje. El burgués, al ver esa pintura, sentía la necesidad de escapar de ese mundo, ir a otro lado, escapar de esta vida monótona. Es la huida hacia la sensualidad que siempre se relaciona con el sur.

-Este ciclo se llama «Maestros en la sombra»...

-Porque son pintores no muy conocidos. Alma Tadema fuera de Inglaterra no es conocido.

-¿Cómo va su nuevo libro?

-¡Ah! Eso sale en mi página web. Van a ser las memorias eróticas de un profesor de arte, en las que también interviene su trabajo porque hace fotos y se pregunta: «¿Qué es lo que estoy haciendo en mi página», y si las fotos son equiparables al gran arte o no. Hay casos, como el que puse de Endimión, de Girodet. Alguien, no recuerdo el nombre, recreó el cuadro con un chico real y lo fotografió. Yo planteo: ¿Es mejor el cuadro o la foto?