Muere José Roselló, el profesor rebelde que luchó para que Pontevedra tuviese facultad de Bellas Artes

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

OBITUARIOS

José Roselló Valle, que falleció a los 88 años en su ciudad de adopción, Pontevedra.
José Roselló Valle, que falleció a los 88 años en su ciudad de adopción, Pontevedra. RAMON LEIRO

Genio y figura, usaba una silla de ruedas y en su día denunció al Concello por el plan de peatonalización pontevedrés. Falleció a los 88 años

03 feb 2022 . Actualizado a las 20:10 h.

Pontevedra despedirá hoy a José Roselló Valle (Valencia, 1933), uno de los profesores más emblemáticos y rebeldes que tuvo la facultad de Belas Artes de la ciudad, que él ayudó a impulsar. Falleció a los 88 años en la urbe pontevedresa, que se había convertido en su ciudad de adopción, ya que él era natural de Valencia. 

Roselló llegó a Galicia en pleno franquismo para ejercer su labor como docente. Era profesor de Dibujo (luego fue doctor catedrático de Bellas Artes). Tras un periplo por varios puntos de la geografía gallega, desembarcó en Pontevedra, donde primero impartió su asignatura en el instituto Sánchez Cantón. Corrían los años ochenta del siglo pasado cuando, tal y como cuenta la hemeroteca de La Voz de Galicia, José Roselló, junto a otras personas, comenzó a mover cielo y tierra para que Pontevedra tuviese una facultad de Bellas Artes. El Ayuntamiento luchaba entonces por la creación de lo que se llamaba entonces la Universidad Galicia Sur y, en el marco de ese proyecto, Roselló y otros docentes insistían para que las artes tuviesen su peso específico en la urbe. 

Tanto insistió y tantos trámites hizo Roselló junto con otros docentes y políticos de la época, como el entonces responsable de Cultura en la Diputación, Adriano Marques, que por fin, en 1990, vieron cumplido su sueño. Pontevedra inauguró su facultad de Bellas Artes en el antiguo Hogar Provincial, donde todo el material que había para empezar a trabajar era una fotocopiadora y un fax. Con mucha más ilusión que medios, profesores como Roselló ayudaron a sacar adelante la facultad hasta convertirla en un auténtico referente en toda España. 

Ejerció como docente de Dibujo durante años y, en el 2003, tuvo un importante reconocimiento. La facultad que había visto nacer le entregó una de sus primeras medallas por toda su trayectoria. Fue un día feliz en el que Roselló inauguró su jubilación. Y lo hizo con toda una declaración de intenciones: dijo que su ilusión era volver a la pintura, algo que había abandonado durante su etapa como profesor porque «comprendí que no se predicar y pintar al mismo tiempo».

 

Roselló, junto con Adriano Marques, en el 2003, cuando les entregaron las medallas de la facultad de Bellas Artes.
Roselló, junto con Adriano Marques, en el 2003, cuando les entregaron las medallas de la facultad de Bellas Artes. RAMON LEIRO

Más allá de su trayectoria artística y su labor como docente, Roselló era genio y figura en sí mismo. Con una discapacidad física reconocida del 84% y usuario de una silla de ruedas, en el año 2002 se hizo muy conocido (más todavía de lo que era) en la ciudad de Pontevedra tras iniciar una guerra contra el Concello a raíz del cierre al tráfico del casco histórico y, por tanto, del inicio del plan de peatonalización. Recurrió al Valedor do Pobo y al Defensor del Pueblo al considerar que, con la peatonalización, se producía un perjuicio importante para las personas con discapacidad cuya minusvalía no les impide conducir vehículos. Pretendía que los coches pilotados por personas con discapacidad sí pudiesen acceder al centro monumental y que además pudiesen aparcar en él. 

Roselló falleció a los 88 años y está siendo velado en el tanatorio Pontevedra (sala 3). Era el viúdo de María Luisa Sampayo y su entierro tendrá lugar en el cementerio de San Mauro a partir de las cinco y cuarto de la tarde de hoy, jueves. Previamente, habrá un acto en el tanatorio.