«Vamos de tacones y pitillos a los 70»

Patricia García, Carmen García de Burgos y Cándida Andaluz

YES

MARCOS MÍGUEZ

LA MODA NO VA CON LA EDAD, VIENE CON ELLA Olvídate de despedirte de tus minifaldas, escotes y vaqueros rotos. Ahora se pueden llevar hasta que te los pidan prestados tus hijas. O tus nietas. Te presentamos cuatro ejemplos de maniquíes veteranas. 

02 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Se acabó eso de recurrir a lo clásico a medida que se van soplando velas. Ahora madres e hijas comparten armario, y para muestra la de nuestras cuatro mujeres YES. La vida de Carmen Suárez daría para un libro. Esta coruñesa llena de vitalidad a todos los que la rodean. Es el ejemplo de que el estilo no entiende de edad. «La ropa y el espíritu es lo que te hace más juvenil; me llena de energía». Con su inconfundible pelo corto negro azabache, sus gafas de sol y sus enormes anillos, esta it girl gallega de 73 años deja huella por donde pasa. «Siempre me encantó divertirme vistiéndome; cuando era adolescente le robaba las camisas de cuadros a mi padre», cuenta. Pasó su primera juventud en Corcubión. En ese momento «cambió el pueblo», estilísticamente hablando. La mujer que besó a Frank Sinatra cuando actuó en A Coruña ?«tenía la piel suave como la de un bebé», recuerda? confiesa que disfruta comprando en las firmas de Inditex pero, sobre todo, recorriendo las pequeñas tiendas: «Miro en todos los comercios, en el sitio más insospechado encuentro cosas». Las gafas de sol son su complemento preferido. Algunas se las regalan sus nietos, que saben que su abuela es una fashion victim. Le vuelve loca la moda italiana y la bisutería: «Tengo cuatro cajones llenos en casa». Disfruta superponiendo prendas y creando looks diferentes y, ante todo, cómodos. El negro es su color favorito, y le encanta ir de compras con su hija Susana. De espíritu inquieto, le vuelve loca la decoración, los libros de arte (realizó exposiciones de pintura) y bailar al son de Robbie Williams.

CAPOTILLO

CHURRA Y TATA, DIVINAS

Churra y Tata son, simplemente, divinas: simpáticas, divertidas, espontáneas, muy elegantes... y primas. Se parecen mucho, no solo físicamente ?a Tata Vidal le preguntan muchas veces por su paso por Masterchef, y a Churra Costa, por la familia?, sino también en gustos. Por lo menos en ropa. Van siempre juntas de compras, a sus 74 y 72 años, excepto cuando Churra se «escapa» de su fiel amiga y pariente para evitar tener que pelearse con ella por alguna prenda. En realidad no sirve de nada porque, incluso desde ciudades distintas, coinciden en sus elecciones.

Y ambas aciertan, a juzgar  por la cantidad de veces que las hijas de Churra le piden la ropa prestada a su madre, y las cinco o seis prendas que Tata tiene que dejar en Washington cuando va a visitar a una de sus hijas. «Al revés ocurre menos», admiten las dos. Ellas tienen claro que el secreto no es uno solo, aunque se pueden resumir en varias máximas: primero, hay que combinar lo barato con lo caro y se puede ir estupenda gastando «poco, muy poco»; segundo, las claves están en un buen abrigo y una visita periódica a la peluquería para Churra, y en un bolso y unos zapatos buenos para Tata. «No tenemos ni un solo par de tapa baja», presumen. «Para mí, incluso Nueva York es genial para los tacones», apoya Churra. Y tercero: todo vale si una se cuida. Ambas van a fitness un par de veces a la semana. Tata es más cauta a la hora de elegir prendas que no valen a partir de cierta edad, pero para Churra todo está justificado si se sabe llevar. «Nosotras vamos de tacones y pantalón pitillo a los 70, ¿qué te vamos a decir?», confiesa Churra buscando la risa cómplice de su prima. Minifaldas, escotes y pantalones algo gastados: todo en ellas cambia su intención. Intentan llegar a un acuerdo acerca de si los vaqueros rotos son aceptables llegado un momento dado, pero no lo consiguen. El gesto de desaprobación de Tata se topa de frente con la explicación de la televisiva cocinera: «El otro día fui a la playa con unos pantalones un poco rotos, unas sandalias y una camisa, e iba divina». En realidad, no les hace falta mucho.

MIGUEL VILLAR

EL MEJOR ANTÍDOTO

«Si un día estoy algo depre me voy a comprar ropa y se me pasa». La ourensana Blanca Vázquez Paradelo está a punto de cumplir 86 años y recuerda desde pequeña su afición a vestir bien. Con una agenda completa de actividades que comparte con sus amigas, no hay un día que no se prepare de forma especial. «Me encantan los taconazos y no me importa comprarme algo, si me gusta, de color amarillo chillón, por ejemplo». Fue maestra y recuerda cómo las madres de sus alumnos la esperaban a la salida para ver sus modelos. «Los niños les decían ?la profe trajo una chaqueta preciosa? y ellas venían a verme», dice entre risas. Asegura que no es necesario gastar un dineral, pero relata: «Cuando cumplí 85 me levanté, fui a  Adolfo Domínguez, me compré un modelo, y me lo puse». Asegura que va a comprar sola y que no necesita el consejo de nadie. «Sé que soy poco acorde con mi edad, pero todos me dicen que estoy monísima».