Chapuzón para bajar el Miño con barcas caseras

paula graña / s.v. LUGO / LA VOZ

RÁBADE

ALBERTO LÓPEZ

Los vecinos de Rábade construyeron embarcaciones para participar en el tradicional descenso del río

14 ago 2018 . Actualizado a las 22:08 h.

Las fiestas patronales de Rábade celebraron ayer el día del río con un descenso por el Miño en embarcaciones caseras. Un total de ocho barcas, cinco de adultos y tres de niños, compitieron por ser el barco más creativo y original, aunque el objetivo principal era «pasarlo bien y divertirse», cuenta la familia Sangiao, ganadora del primer premio en la categoría de adultos. Su embarcación Viaje en globo por el río Miño llamó la atención de los asistentes y del jurado. «Estuvimos un mes trabajando sin parar», explica la familia. Minutos antes de comenzar el desembarco, se mostraban ilusionados y convencidos de que «acabaremos en el agua, pero para eso venimos».

Algodón, chapas, madera, barriles, tablas y pinturas fueron los elementos con los que un equipo de 16 jóvenes construyeron un gran cisne para deslizarse por las aguas del Miño. Su embarcación, llamada Cisneiland, consiguió el segundo premio.

Los vecinos de Rábade David y Andrea prepararon su barca Os de sempre con mucha emoción. «Empregamos madeira e bidóns e agora estamos aquí para pasalo ben», aseguran.

El equipo más divertido de Rábade lo formaban Eva, Sandra, Lucía, Valdano, Kali y Valentín con su barca K Limpitos, en la que aparecieron disfrazados con gorros de ducha y trajes de baño. Lo mas llamativo de su embarcación eran los globos amarillos, que eligieron «porque en la tienda no había otros», comentan estos vecinos de Rábade que no se han perdido ninguna Esbatuxada.

La barca Las piratas del... completaba el grupo de adultos. En la categoría infantil navegaban O socorrista do Miño, que resultó ganadora, La patrulla canina, que obtuvo el segundo puesto, y Os vixiantes do Miño.

Los vecinos de Rábade disfrutaron de una tarde lúdica junto a amigos y familiares. Desde Madrid llegó Manuela que pasa estos días en casa de Ana. Ambas recuerdan los primeros años del descenso «en los que había muchísimas barcas y eran muy originales».

Entre los asistentes están Mónica, Conchita y MºÁngeles, que comentan con añoranza los años en los que Rábade estaba lleno de gente y aseguran que «nos encantaría ver el ambiente que había antes». La auténtica navegante del descenso es Otilia, una vecina de Outeiro de Rei, que recuerda con cariño el año en el que se vistió de marinera para bajar por el Miño en su barca. «Las batuxas eran las barcas típicas de aquí, así que nosotras las usábamos diariamente para ir por el río», recuerda Otilia, que conserva en su móvil imágenes de su juventud en las que, junto a sus amigas, surcaba las aguas del río tras el timón de su antigua batuxa.

Hoy es el último día de los festejos patronales de Rábade, en el que los vecinos disfrutarán de la típica descarga pirotécnica a las 20.30 horas. Para anunciar el gran evento, la Peña O Foguete lanzará una bomba cada cinco minutos desde las 18.30 horas.