Según su testimonio, ambos se conocieron en la noche del miércoles mientras tomaban algo en un bar de Lugo. Tras un tiempo de charla, decidieron trasladarse a la pensión en la que él se alojaba, ubicada en el barrio de A Tinería. El arrestado afirmó que no existió ningún tipo de obligación por su parte, sino que ambos se marcharon al piso de forma voluntaria. Una vez allí, surgió ese «problema», que le explicó a los agentes de la Policía Local, pero en ningún momento reconoció haber agredido a la joven. Según la versión de él, ella se marchó del hospedaje de forma voluntaria, y no volvió a saber nada de ella.