Edificios con déficit de mantenimiento, una amenaza sobre la cabeza del peatón

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

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En la calle Río Sil se desprendió ayer parte del revoco de un balcón y el escombro cayó sobre la acera

12 oct 2018 . Actualizado a las 20:18 h.

Los galos del cómic famoso solo temían que el cielo se desplomase sobre sus cabezas. En las ciudades con solera, como es el caso de Lugo, los numerosos edificios en ruinas o próximos a estarlo, y otros que, sin alcanzar tal condición, tiene graves déficits de mantenimiento son un riesgo de que, efectivamente, sobre la cabeza de los peatones se desplome, sino el cielo, si amenazantes trozos de revocos de fachada, losas y otros materiales. Un ejemplo claro de lo que puede ocurrir se vio en la mañana de ayer en la calle Río Sil; desde la segunda planta se desprendió un trozo del revoco del balcón, que impactó en la acera, por la que en ese momento y en ese punto, no pasaba nadie.

El edificio desde el que cayó el trozo de revoco sobre la acera en Río Sil tiene apariencia de necesitar un adecuado mantenimiento. Pequeños desconchones del recubrimiento de la fachada parecen anunciar que podrían producirse nuevos percances como el de ayer. Los escombros quedaron sobre la acera y probablemente no serán recogidos hasta esta mañana por el servicio municipal de limpieza.

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El incidente en Río Sil se produce en un momento (proximidad del invierno) en el que es conveniente en las ciudades, al menos en sus zonas más viejas, una revisión de oficio de cuanto vuela sobre las cabezas de los peatones. Un paseo por la capital lucense con la vista puesta en balcones, fachadas y aleros es suficientemente ilustrativo del estado de la cuestión. Canalones con trozos colgantes, losas que asoman peligrosamente, casas derruidas algunos de cuyos escombros pueden acabar con facilidad sobre calzadas y aceras.

Días pasados, como publicó La Voz, en el edificio 48 de la Ronda da Muralla, se desprendieron escombros de una pared lateral; cayeron sobre la azotea del edificio contiguo que fue un garaje. Pero, basta una vistazo al estado del inmueble, para comprender que podría ocurrir lo mismo con materiales que, de desprenderse, caerían sobre la Ronda da Muralla.

Los canalones en mal estado no son solo un problema para los peatones en días de lluvia. En casas muy viejas y en estado de ruina, los hay llenos de tierra, tanto que crece en ellos hierba abundante; a causa de ello, por el peso, hay algunos en los que hay tramos que están doblados y -parece- a punto de caer.

Obras

Los edificios en mal estado no son los únicos que amenazan, desde la altura, la seguridad de los peatones. Con frecuencia, se pueden ver operaciones de descarga de material para obras en viviendas en la que los materiales elevados hasta ventanas y balcones sobrevuelan la acera sin apenas protección ni nada que impida el paso de los viandantes. Este tipo de operaciones está regulado, pero pocas veces, en obras de menor envergadura, se llevan a cabo en las debidas condiciones de seguridad.