En los últimos días los vecinos de varias parroquias de Friol, concretamente doce, y de dos del vecino ayuntamiento de Guitiriz, nos enteramos del traslado de nuestro párroco, don José Ramón Pérez García.
Nuestro párroco es una persona comprometida con nuestras parroquias, con nuestra gente, con las personas más desfavorecidas, con los que sufren, con los jóvenes, y con los mayores; en definitiva, con todo el que se cruza en su camino.
Don Ramón es una persona que de verdad ejerce la labor que se les supone a los párrocos; es una persona más en nuestras familias, las mismas familias en las que la Iglesia defiende siempre la unidad. Por esto y mucho más, no acertamos a entender el porqué de este traslado, en una decisión sin precedentes y que carece de total fundamento.
El señor obispo va a tener que explicarnos el motivo de esta decisión, pero nos tiene que decir la verdad: podemos intuir por dónde van los tiros, no admitiremos una simple contestación de esas que ya están preparadas de antemano.
Si esta decisión no es revocada de manera inmediata, el señor Obispo será el responsable de ver las iglesias vacías, de que la gente se vuelva atea o de que cada vez más la iglesia este menos presente en nuestras vidas.
En los índices más bajos de la admiración de la sociedad por la iglesia, aún se siguen utilizando maniobras propias de regímenes dictatoriales, propios de otros tiempos. Así la iglesia está en esos índices, por decisiones como esta, carente de toda lógica. Aprovecho también para comentar que en mi familia siempre ha habido sacerdotes; por eso sé de lo que le escribo, de las maniobras que se suelen utilizar para beneficiarse unos y perjudicar a otros, según convenga.
Aun siendo así, no vale ser un buen párroco y mejor persona, parece que para el Obispado no tiene valor ninguno. Llegaremos donde sea necesario para devolver a don Ramón a nuestras parroquias -repito: todo lo que sea necesario-, y disculpe, señor obispo, que no le trate de Ilustrísimo: no es porque no lo sepa, sino que lo haré cuando revoque su decisión y nos trate como nos merecemos los vecinos de estas parroquias de los municipios de Friol y de Guitiriz.
Solo me queda agradecer la colaboración de nuestra corporación municipal, equipo de gobierno y oposición, en todo este asunto.