Juzgan a un vilalbés por abusar de la nieta de sus vecinos, de once años: «La abracé y le di un beso en la cara, nada más»
LUGO
La familia de la pequeña pide seis años de prisión para el procesado, que niega los hechos y asegura que simplemente saludó a la niña con normalidad
07 nov 2024 . Actualizado a las 14:30 h.Un vecino del municipio lucense de Vilalba se sentó este jueves en el banquillo de la Audiencia Provincial de Lugo para ser juzgado por un presunto delito de agresión sexual a menor de 16 años. El varón, que negó los hechos ante el tribunal, está acusado de haber abusado de la nieta de sus vecinos cuando esta tenía once años. La Fiscalía pide cuatro años de prisión para él, mientras que los representantes de la familia de la víctima elevan la solicitud hasta los seis años.
Las acusaciones sostienen que, en el verano del 2023, el hombre se trasladó a la casa de sus vecinos para dejar unas herramientas que había cogido prestadas. La fiscal asegura que lo hizo «a sabiendas de que allí solamente estaba la niña», ya que su abuelo no estaba habitualmente en la vivienda y había visto salir un tiempo antes a su abuela.
Su relato de hechos continúa afirmando que el hombre, cuando se encontró con la pequeña, le habría realizado propuestas de índole sexual y habría llegado a someterla a tocamientos. La niña, según la Fiscalía, logró escapar del alpendre en el que se encontraban. Posteriormente, el acusado regresó a su residencia, a apenas cien metros de allí, y la niña alertó a su madre. Inmediatamente, acudieron al cuartel de la Guardia Civil para denunciar los hechos.
Las acusaciones piden entre 4 y 6 años de prisión. La familia pide además una indemnización de 30.000 euros, mientras que la fiscal la rebaja a 3.500. Finalmente, solicitan varias medidas cautelares, como una orden de alejamiento de la niña durante 9 años.
El acusado negó haber tocado a la niña
El acusado contestó a las preguntas de todas las partes para negar la autoría del delito. El hombre explicó que simplemente saludó a la niña con «un abrazo», y que le dio «un beso en la cara, nada más», algo que sería «habitual» cada vez que se encontraba con la pequeña. Negó haberle hecho alguna propuesta sexual y haberla tocado en lugares inapropiados. «Creo que es una invención. No sé si de la niña o de su madre», le espetó a la fiscal.
Existía una relación de confianza entre el acusado y la familia de la niña, ya que llevaban mucho tiempo siendo vecinos. Su abuelo y él tenían una relación «de amistad», según su testimonio. De hecho, se prestaban herramientas sin siquiera tener que preguntar; y es que ese era el motivo de su visita a la vivienda, devolverle una bomba de agua.
Sus nietos y la supuesta víctima eran muy amigos y compartían tardes de juegos durante muchos fines de semana. Aun así, el acusado negó que la relación fuese más allá. «Nunca la consideramos nuestra nieta. La tratábamos como a nuestros nietos, sí, porque su familia era muy cercana, pero nada más. Nunca se quedaba a dormir ni nada del estilo», se defendió.
Tras su testimonio, el tribunal dio paso a las testificales de varios familiares de la niña y de la propia víctima. Estas se realizaron a puerta cerrada, por lo que sus declaraciones no han trascendido. El juicio quedó visto para sentencia y será ahora la Audiencia Provincial de Lugo la que valore si el acusado merece ser condenado o si queda absuelto.