Más que un resultado

Miguel García LUGO / LA VOZ

LUGO

CARLOS BARBA

12 mar 2022 . Actualizado a las 21:11 h.

Este equipo se hizo con el derecho a afrontar los partidos sin la presión que acostumbraba a padecer en el último tramo de la competición durante las últimas temporadas. Eso no quiere decir que no compita o que no lo intente, pero la diferencia de puntos que le separa de los puestos de descenso le hace ver la vida de otra manera. A tal punto se constata dicha situación que en la organización del viaje a Almería queda palpable que no es lo mismo vivir con la soga al cuello que en las circunstancias actuales.

Este partido guardaba varias cuestiones relevantes. La primera es que el equipo recuperara su estilo, su método, después de algunos partidos con evidentes signos de estancamiento especialmente en los partidos como local. La segunda es comprobar si como visitante, sin el compromiso de tener el balón, ante un indiscutible aspirante al ascenso y sin la imperiosa necesidad de puntos, se mostrara rocoso, resistente, tenaz y consistente.

Los grandes equipos no solo se miden por lo extraordinario de sus individualidades, el gran valor está en la ambición, en el ansia, en el afán por superarse. En no caer nunca en el abandono, el desinterés, en la indiferencia al verse cerca del objetivo. Mantener la mayor intensidad posible y un considerable compromiso, aísla cualquier atisbo de crisis, sostiene un vestuario unido y prolonga un ambiente sano. Siempre se juega uno algo en cada partido y no tienen qué ser los tres puntos lo más importante.

Recobró su estilo, así podría resumirse la primera parte. No tiene problema en encajar, no lo toma como un contratiempo, lo normaliza como una cuestión lógica dentro de un partido y más contra un equipo como el Almería. Espera su momento y cuando más confiado está el adversario, aprovecha su ocasión y cambia el guion del encuentro. Pagó un alto precio con la lesión de Ros, imperial temporada del central.

La segunda parte merece capítulo aparte. Todo lo acumulado en la primera pero multiplicado por dos. Caer y levantarse es su rutina. Este Lugo es un gran equipo porque nunca se rinde, porque nunca se entrega, porque normaliza los inconvenientes, porque los convierte en oportunidades. Desquicia al adversario, lo aturde, lo altera, porque nunca abandona, nunca desiste. Un punto más, pero créanme, ayer lo de menos es el punto, no nos quedemos con un simple guarismo, sería una injusticia no ver más allá, este equipo consiguió estar por encima del resultado. Pocos lo consiguen. Felicidades.