Condenado a 25 años de cárcel por violar y obligar a prostituirse a su pareja en Lugo: «Vivía en un clima de terror permanente»
LUGO
El tribunal lo considera autor de delitos de explotación sexual, amenazas condicionales, agresión sexual continuada y maltrato habitual en el ámbito familiar. Un socio fue también condenado por actuar como su cómplice
17 dic 2021 . Actualizado a las 18:26 h.La sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo condenó este viernes a 25 años y 3 meses de cárcel a un hombre que obligaba a su pareja a prostituirse, la violaba y la maltrataba. El tribunal lo ha considerado autor de delitos de explotación sexual, amenazas condicionales, agresión sexual continuada y maltrato habitual en el ámbito familiar. Además de la pena de prisión, le ha impuesto a N. S. la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima durante 36 años; once años de privación del derecho a la tenencia y porte de armas; y 13 años de libertad vigilada.
Los magistrados también condenaron a un año de prisión a otro acusado, I. C. I., pues consideran probado que ambos, uno como autor directo y el otro como cómplice, obligaban a mantenerse en la prostitución a la afectada, quien no la podía ejercer libremente, sino que era conminada diariamente a ejercerla. Además, su compañero sentimental le requisaba las ganancias que obtenía.
Según la sentencia, el condenado y la víctima mantuvieron una relación sentimental con convivencia intermitente, condicionada por las entradas y salidas de prisión del hombre, durante aproximadamente 6 años. En la última ocasión en la que el acusado salió de prisión, la jueza da por probado que le escribió a la víctima a través de wasap, insistiéndole en que viniese a Lugo a reunirse con él. De lo contrario, «iría a buscarla y le destrozaría la cara».
Da por probado también que el hombre obligaba a la joven a dedicarse a la prostitución en la zona de O Carme, mientras la «vigilaba» desde la Muralla. Durante varios meses desde que retomaron la relación y él la obligaba a prostituirse, la sentencia afirma que «con ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos, la forzaba a mantener relaciones sexuales diarias por la mañana, a primera hora, y cuando acababa la jornada laboral, mediante amenazas tales como que le iba a destrozar la cara y que si le denunciaba la mataba, llegando a insultarla con términos tales como 'puta', y a alzar la mano como si fuese a golpearla, manifestándole que gritase que no la iba a oír nadie».
Afirma la jueza en la sentencia, en este sentido, que «respecto de las agresiones sexuales no solo señala la denunciante que era obligada todos los días a mantener relaciones sexuales con su agresor, sino que apunta a un elemento de dominación machista que arma el delito de maltrato habitual, pues señala que todos los días antes de trabajar, él quería ser el primero, y también al acabar quería ser el último». La sentencia, en el texto, certifica que la joven «vivía en un clima de terror permanente», debido al maltrato habitual y a las amenazas a las que la sometía el ahora condenado.
El 15 de mayo del 2019, según la Audiencia, se produjo el episodio que motivó la denuncia de la joven. Dice el escrito que «se acercó al lugar donde ella ejercía la prostitución, en las inmediaciones de la iglesia de O Carme y, mostrándole una pizza, le dijo que la acompañase, introduciéndose en un callejón próximo donde comenzó a golpearla, tirándola al suelo, asestándole puñetazos y patadas, al tiempo que le decía que le iba a desfigurar la cara y que 'nadie la iba a querer', cesando en su empeño al aparecer por el lugar dos jóvenes, iniciando la huida a la carrera».
Ese mismo día, el hombre fue detenido y, esa misma semana, enviado a prisión provisional. Ahora, la Audiencia lo condena a 25 años de cárcel por delitos de explotación sexual, amenazas condicionales, agresión sexual continuada y maltrato habitual en el ámbito familiar. Lo absuelve del delito de vejaciones injustas del que también se le acusaba, pero valora varios agravantes como el de reincidencia -puesto que fue ejecutoriamente condenado por delito de idéntica naturaleza en Valencia en el año 2015-, el de parentesco y el de género.