Giulio Mercati: «Una catedral con dos grandes órganos que pueden tocar juntos es algo muy especial que tiene Lugo»

Miguel Cabana
miguel cabana LUGO / LA VOZ

LUGO

Alberto López

El obispo creó el cargo de responsable de eventos musicales para impulsar la música religiosa en toda la diócesis

06 sep 2021 . Actualizado a las 11:01 h.

Giulio Mercati (Saronno, Italia, 1971), es el nuevo responsable de los eventos de música sacra de la Diócesis de Lugo. Un nombramiento del obispo para impulsar la música sacra por toda la diócesis. Italiano vinculado a Lugo desde hace una década por sus relaciones familiares, es organista en Lugano (Suiza) y director artístico de un festival organizado en esa ciudad, donde hay más de cien eventos musicales al año. Enseña Historia de la Música sacra en la Facultad de Teología de Lugano y prepara su doctorado. Es licenciado en Filosofía, en órgano y en composición. Da conciertos por todo en mundo, desde Nueva York a Rusia y tiene programa completo para este año y el próximo. Sin embargo aceptó el reto del obispo de Lugo de ampliar las actividades musicales en toda la diócesis.

-¿Cómo empezó su vinculación con Lugo y con su vida musical?

-La madre de mi mujer es de Lugo, así que la primera vez que llegué, hace ya algunos años, busqué la forma de poder tocar el órgano, porque todos los días necesito ensayar y estudiar. Conocí al obispo de Lugo a través de un cura amigo suyo de su etapa de estudio en Friburgo, cerca de donde yo vivo y trabajo. Así que me ofreció una iglesia para poder tocar y estudiar cuando estuviese aquí. Y para agradecer estas facilidades, decidí conjuntamente con mi mujer -que es soprano- dar un concierto en la iglesia de A Nova. A pesar de ser en agosto, se llenó la iglesia de manera inesperada. Así que, cuando volvimos al año siguiente, decidimos empezar, como experimento, un festival de música de órgano en Lugo. Invité a algunos organistas buenos que conozco en Europa y todos se mostraron encantados de venir a Lugo; y aunque pocos la conocían, se quedaron alucinados de la belleza de este sitio.

-El festival internacional de órgano se consolidó y usted también en Lugo.

-Si. Poco después decidimos, junto con curas de aquí y el señor obispo, organizar un curso de música litúrgica, y ya llevamos cinco años impartiéndolo. Son cursos de cinco días en los que damos consejos a la gente que toca o quiere tocar habitualmente en las iglesias. Se explica impostación de voz, como acompañar los cánticos, como afrontar un repertorio litúrgico... en fin, en cinco días, tratamos de dar a los futuros organistas o directores de coro, ideas, normas y consejos. Al final del curso empezamos a organizar hace cuatro años la Noite coral, que consiste en ofrecer cuatro o cinco conciertos en las iglesias de Lugo ciudad, con un paseo de una a otra y acabando en la catedral. Así que ahora, el señor obispo me propuso ampliar estas actividades que ya venimos organizando hace algunos años, con otra propuesta que es llevar también la música sacra a otros lugares de la diócesis, y no solo a Lugo; e implicando también a las autoridades civiles y al público en general. Ya estamos estudiando varios conciertos para el próximo año.

-Háblenos de los dos órganos de la Catedral de Lugo.

-En la catedral hay dos órganos que funcionan y que pueden tocarse juntos, y eso es un privilegio que yo solo recuerdo por el mundo adelante en muy pocas iglesias; es algo muy especial. Esta curiosidad de tener dos órganos proviene de una costumbre española que consistió en su momento en acompañar en el canto a los canónigos que estaban a la derecha y a la izquierda, y cantaban haciendo dos grupos. Luego, con el paso del tiempo, ocurrió en muchas catedrales que el órgano se retiró de la nave central. Los obispos querían que el altar mayor pudiese verse desde el fondo del templo y por ello fueron mandando retirar casi todos los órganos y la estructura arquitectónica que los soportaba. Pero en Lugo por suerte no ocurrió, así que nuestra catedral tiene la ventaja de conservar los órganos en el centro y la excepcionalidad de tener dos, lo que permite tocar mucha de la literatura (música) para dos órganos que se conserva.

-Los grandes órganos son instrumentos construidos individualmente para cada templo, con la personalidad propia del organero que lo hace y del lugar en el que lo instala. ¿Cómo son los de la catedral de Lugo?

-Uno de ellos, neobarroco, está dentro en una caja del siglo XVIII y es de transmisión mecánica. El otro fue pensado y ejecutado por el organero Fray Manuel Fernández, y es un instrumento increíble porque tiene casi todos los tubos horizontales, que es una cosa única en el mundo. La idea del fraile era enviar el sonido a distintos lugares de la catedral, y efectivamente, cuando lo escuchas desde abajo, el sonido te envuelve. Así que, en resumen, tenemos dos órganos grandes que se pueden tocar juntos, que son distintos, y uno de ellos además tiene una concepción única en el mundo. Fue una idea genial o incluso un tanto alocada de este fraile, porque nadie construyó un órgano con la mayoría de los tubos horizontales, pero realmente funciona el efecto envolvente. Los dos órganos necesitan arreglos y trataremos de dárselos, porque son una riqueza para la catedral, para Lugo y para Galicia.

-Habrá más actividad musical entonces en el futuro.

-La actividad musical ya es importante ahora en la catedral porque al menos una misa diaria es con órgano, lo cual ya no es muy frecuente en las iglesias. Pero cuando podamos hacer las reparaciones de los órganos, primero uno y luego el otro, habrá más facilidades, porque por ejemplo ahora, antes del festival, hay que hacer bastantes intervenciones para mejorar los problemas crónicos que tienen. Después se podrán hacer más eventos musicales en la catedral y la petición del señor obispo es que también ocurra en el resto de los templos de la diócesis, empezando por los más conocidos del Camino, como en Vilabade el año pasado.

-¿Es más importante la música de órgano en otros países de tradición religiosa que aquí?

-Hay muchas diferencias según las regiones. Por ejemplo en Alemania o en los Países Bajos hay muchas iglesias ya sin culto y que están cerrando y por tanto los órganos ya no se utilizan para la liturgia sino solo para conciertos. En España también hay zonas con muchos conciertos de órgano, pero claro, hay muchos más en Alemania y en los países del norte de Europa y, sobre todo, suelen cuidar más de los instrumentos. Pero hay que decir que lo importante para cuidar un instrumento es que se utilice mucho, como ocurre aquí en Lugo, que se toque en la liturgia todos los días, y manteniendo además la vocación con la que nacieron estos instrumentos.

-¿Cómo están las catedrales e iglesias gallegas en este aspecto?

-En Galicia no hay muchos órganos ni en buenas condiciones. Hay otras zonas en España con más instrumentos y más conciertos, como Castilla, Cataluña o Euskadi. Muchas veces los curas no se ocupan mucho de la liturgia y los órganos van quedando abandonados.

-¿Y aquí en Lugo se presta bastante atención a la música sacra?

-En Lugo hay un prefecto de música de la catedral, que es don Luis Varela Castiñeira, sobrino del famoso maestro José Castiñeira. Y otro organista permanente, lo que es muy importante, porque significa que el Obispado tiene planificación e invierte en la música sacra, que ya es poco frecuente en España y también en Italia. Pero Lugo tiene la suerte de que su obispo estudió en Suiza y en Múnich, lugares con gran tradición de música sacra. Y si te acostumbras a una buena liturgia, con una buena música, es difícil después acostumbrarse a otra poco cuidada. El obispo envió a estudiar a Italia a Luis Castiñeira, el perfecto, lo cual habla de la importancia que le quiere dar. Y a todo ello se suma que el archivo musical de la catedral es muy importante, por ser un templo antiguo y con mucha historia. Y quizá todo eso explica la gran tradición musical y coral en Lugo.

-¿Más que en otras ciudades?

En Lugo hay grupos de música coral muy buenos, que se prestan con generosidad a participar en los eventos y que viven la música de forma competente y apasionada. Como el orfeón lucense y su director Marcos Mosquera, o Fernando Jácome, director de Solo Voces y del Coro del Hospital de Calde. Trabajar aquí es satisfactorio y fácil porque tenemos un obispo inteligente y apasionado, a los organistas, al prefecto de la catedral y a estos grupos con mucha pasión y capacidad.