Un Lugo con tres caras distintas

millán gómez LUGO / LA VOZ

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Inicio competitivo en duelos, errores muy graves y reacción con cambios eficaces

17 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Real Oviedo-CD Lugo fue un partido con tres momentos bien diferenciados. Fue un comienzo sin recibir ocasiones del cuadro asturiano con un Lugo bastante competitivo en los duelos; un tramo de tres minutos con dos errores defensivos graves; y un último tercio de encuentro con un Lugo superior siendo vertical, liderado por Josep Señé y Carlos Pita.

Antes del 1-0, apenas hubo fluidez en el juego. Sin apenas secuencia de pases, sin concatenación de balones profundos. Chris Ramos sí daba sensación siempre de generación de peligro cada vez que recibía balón en banda izquierda. Seguramente es más útil como delantero junto a otro homólogo. Pero en izquierda, aunque es menos eficaz, aporta si hay espacios.

Transmitió profundidad, pese a que el equipo no lo buscó en exceso y sus compañeros no tuvieron la capacidad con balón de encontrarlo, porque no movieron la pelota de un lado a otro. No tuvo el Lugo esa lucidez en las posesiones hasta el tramo final con la entrada de Josep Señé y Carlos Pita.

Hasta el 1-0, el Lugo sí ganó duelos, juego aéreo y balones divididos. Seguramente, en menor medida que el rival, pero sin sufrir defensivamente. Después, dos errores gravísimos en los dos goles oviedistas y dos centros laterales. En el 1-0, la defensa no está perfectamente alineada y Viti Rozada la gana la espalda a Diego Alende, que, pese a fallar, siempre está comprometido. En el 2-0, despiste monumental, falta de concentración del bloque en general, tanto la defensa de primera línea como los centrales.

En el último tercio de partido, Josep Señé aportó algunas de sus principales cualidades: capacidad de conducción en zonas centrales y verticalidad en el pase. Estiró al equipo con su juego. A una altura ofensiva más elevada que Carlos Pita, matriz de cada posesión del Lugo. Señé participó en los dos goles. Pita buscando juego directo. En 4-4-2 con dos medios (Pita y Señé) a diferentes alturas y dos delanteros complementarios.

Es el esquema ideal para el Lugo. Los lucenses tienen dos delanteros prácticamente imprescindibles, incuestionables, siempre y cuando les respeten las lesiones y el estado de forma de ambos sea competitivo. Ellos son Joselu Moreno y un perfil como Manu Barreiro. Barreiro, José Ángel Carrillo y Chris Ramos, si este juega de nueve, son el mismo perfil, salvo matices muy concretos. Estos dos perfiles de delanteros deben coexistir, habitar juntos en el campo.

Son complementarios. Carrillo aportó una referencia y Joselu va a los espacios, a las caídas, a la ruptura. Mostró galones con el penalti. Y Carrillo tuvo olfato en su gol.

Orest Lebedenko aportó también verticalidad y descaro. Intentando siempre avanzar con balón. Suyo fue el primer disparo peligroso. Y suyo es el centro previo al disparo de Señé que genera el 2-1.

El 4-4-2 es fundamental en ofensiva, en delantera, por las condiciones de los puntas del Lugo. Las dudas están en el doble pivote, porque el equipo necesita ahí un pivote posicional y un volante.

Véase Carlos Pita o Fernando Seoane o Xavi Torres como «seis» y Josep Señé como «ocho». En ese esquema quedarían fuera jugadores como Juanpe y Hugo Rama, también muy útiles, pero hoy día más completo el primero.

Llega el Sanse

Este sábado visita Lugo el Sanse, filial de la Real Sociedad. Zubieta es un absoluto ejemplo de cantera prolífica, identificativa de la provincia de Gipuzkoa y de unos jugadores que saben que pueden subir al primer equipo porque se cree en ellos y se les da oportunidades.

En la final de la Copa del Rey ganada la pasada primavera, la Real Sociedad convocó a un total de 20 futbolistas. De ellos, 11 se formaron en su cantera y 6 son de Gipuzkoa .