Pasen y vean

Miguel García LUGO / LA VOZ

LUGO

CARLOS CASTRO

15 ago 2021 . Actualizado a las 23:44 h.

Se alza un nuevo telón, pero ya estamos acostumbrados a que no es la apertura de verdad. Es un simulacro de inicio donde nadie está satisfecho con lo que tiene y todos esperan más. Ni siquiera se sabe si es posible inscribir a los nuevos por si te pasas con el tope salarial, concepto tan difícil de entender como el recibo de la luz. Todo cogido con alfileres, pero con puntos en juego. Suena un poco a broma en una Liga que apuesta por el control y el orden.

El CD Lugo, pues como los demás. Con las dudas y las incertidumbres de los 41 equipos restantes de la liga de fútbol profesional. Acostumbrados a que las pretemporadas ya no son lo que eran y que te juegues el crédito casi sin conocer lo que va llegando. Las pruebas se convierten en juicios sumarísimos y el resultado ya es lo suficientemente importante como para crear estados de opinión negativos, o sea lo menos recomendable para un vestuario que inicia una aventura cargada de positividad e ilusión. Ya se sabe que, en tiempos de pandemia, el virus de la duda en agosto no es buen compañero. Así que esperaremos al 31 de agosto en que finaliza el plazo de fichajes para ver el cierre de la plantilla y a partir de ahí evaluar la carga de positividad que generamos. Hasta entonces, como si una pretemporada con puntos en juego se tratara, a corregir, retocar, modificar, perfeccionar todo lo mejorable. El de ayer es un ejemplo del recorrido que le queda al equipo. Ni ganando, ni empatando, ni perdiendo nada estaría hecho. El resultado que no cambie la hoja de ruta. Es del todo positivo puntuar en un encuentro casi perdido, con un punto más anímico que clasificatorio. El camino será complejo y duro porque los más ricos e históricos nos demuestran también las dificultades que atraviesan. Es un mundo donde lo financiero prevalece sobre lo deportivo en contraposición con la visión del aficionado que únicamente ve la emoción del domingo. Sentémonos pues en nuestra butaca del salón y del estadio cuando toque y disfrutemos de esa emoción a la que únicamente están invitados 42 equipos. Consideremos por tanto un privilegio al alcance de muy pocos.