Orozco y Portomeñe reaparecen al día siguiente del 12J en el juzgado

Miguel Cabana
Miguel cabana LUGO / LA VOZ

LUGO

Orozco (PSOE) y Portomeñe (EU) mantuvieron serias discrepancias cuando estaban en la vida política y ahora las mantienen en el juzgado
Orozco (PSOE) y Portomeñe (EU) mantuvieron serias discrepancias cuando estaban en la vida política y ahora las mantienen en el juzgado CEDIDA

Ayer fue el juicio del ex alcalde contra el ex edil de Esquerda Unida por calumnias

14 jul 2020 . Actualizado a las 09:52 h.

Ninguno de los dos está ya en política, porque el sistema electoral los envió a casa. A Portomeñe por falta de votos y a Orozco por falta de apoyo del BNG tras haber sido imputado.

Y precisamente ayer, el día en que el BNG celebraba haber atropellado literalmente al PSOE, el juzgado citó a los dos ex políticos locales para medir sus diferencias en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal Número Dos.

Orozco denunció en su día por calumnias a Portomeñe, quien le acusó supuestamente de presionar al secretario a cuenta de una calificación de terrenos en Fixós, cerca de donde está hoy el campo de golf de Lugo.

Fue en el 2016, en el transcurso de las refriegas políticas locales, cuando el edil de Esquerda Unida (EU) acusó a Orozco de haber supuestamente pedido al secretario un informe de legalidad allá por el 2010 para recalificar urbanísticamente unos terrenos. Eran rurales por entonces y querían convertirlos en una urbanización en Fixós. A juicio del secretario municipal de la época, aquello supuestamente no se podía hacer, y así se lo manifestaba al alcalde. Y según la versión de Portomeñe seis años después, Orozco imploró con tanta devoción al secretario que informase en sentido contrario, que el propio secretario salió llorando de la reunión, o al menos parece que así lo afirmó Portomeñe en una rueda de prensa en 2016.

En cualquier caso, el asunto no sirvió de nada urbanísticamente, porque cuando el plan general de Lugo pasó por la Xunta, aquella recalificación fue rechazada. Pero aunque aquello no se produjo en el 2010, a Portomeñe le sirvió de munición para atizarle a Orozco en el 2016.

Y el asunto se enconó con tanto ahínco como el que ambos son capaces de demostrar. Orozco exigió rectificación y disculpas, y Portomeñe se mantuvo impasible. Así que el ex alcalde llevó a los tribunales al ex concejal. Y, casualidades de la vida, el juicio se celebró en 13J, al día siguiente de una jornada electoral en la que el PSOE estaba abatido, y todas las esquerdas más o menos unidas quedaron fuera del mapa político gallego.

Pero Orozco y Portomeñe, apartados de la vida política, dirimen ahora sus diferencias por la vía judicial. El asunto quedó ayer visto para sentencia tras una suspensión y varios retrasos que mantuvieron el asunto en el candelero varios años.

Ayer en el juicio, Orozco no reconoció haber lanzado tantas rogativas al secretario como para hacerle llorar. Explicó que en todo caso las indicaciones habrían sido sobre el plan general de urbanismo y no solo para Fixós. Portomeñe tampoco reconoció haber formulado una calumnia tan grave contra el ex alcalde.

A la espera del fallo

Cuando llegue la sentencia, los contendientes decidirán si ya les satisface o si la lucha debe seguir. A tenor de lo visto ayer en la sala de juicios, todavía no han alcanzado la amistad y siguen vivos aquellos recuerdos de cuando Portomeñe le enseñaba camisetas en el pleno con una imagen del edificio del Garañón y una leyenda que decía «vas caer».