Peatonalización

Antón Grande

LUGO

25 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Vaya por delante que estoy a favor de la peatonalización, de hecho vivo en el centro y estoy encantado de la vida aunque cada vez sean menos los peatones que por aquí circulan, con tiendas que cierran a pares y oficinas con horarios diurnos que convierten a estas calles, a partir de las ocho de la tarde, en páramos desérticos. Repito que estoy a favor de la peatonalización, pero siempre que se haga con sentidiño, ofreciendo alternativas y no cerrando las calles al tráfico porque queda más bonito y europeo.

Viene esto a cuento de Quiroga Ballesteros, que se pretende hacer peatonal sin contemplar los problemas que conllevará y sin ofrecer soluciones.

La entrada a Santo Domingo se efectúa por Quiroga Ballesteros y por la Rúa do Teatro, lo que permite acceder, no solo a los residentes en el centro, por desgracia cada vez menos, sino a los vehículos que quieren aparcar en los párkings subterráneos.

Cuando Quiroga Ballesteros sea peatonal, vendrá el lío. Los automovilistas que quieran acceder a los aparcamientos solo tendrán una calle de entrada, la del Teatro, que a su vez será de salida de todos esos vehículos más los de los residentes en las calles Progreso, Nóreas o Raíña. Los atascos serán monumentales. Simplemente recomendaría a los responsables que se acerquen un martes o un viernes, días de mercado, a las dos de la tarde, a la intersección de Santo Domingo, Progreso y Teatro y verán el pifostio que allí se monta y lo difícil que es salir de aquella ratonera. Claro que a lo mejor hacía falta un guardia, pero ni aun así se va a solucionar el problema, los lucenses dejarán de venir y seguirán cerrando comercios. Todo ello muy estudiado.