El base canario rechazó ofertas este verano, algunas «de primer nivel», para cumplir su tercera campaña en Lugo
09 oct 2019 . Actualizado a las 19:19 h.El Pazo le quiere y él quiere al Pazo, por eso este verano hizo oídos sordos a las propuestas que le llegaron para cambiar de aires y esperó por la oferta del Leche Río Breogán, donde cumple su tercera temporada. Christian Díaz (Las Palmas, 1992) fue uno de los breoganistas más inspirados en la victoria sobre el Liberbank Oviedo que mantiene al conjunto dirigido por Diego Epifanio en lo más alto de la clasificación de la LEB Oro.
-Otro buen partido del Breogán. ¿Más completo que el de Castellón?
-Creo que sí, estuvimos mucho más acertados todos. Bien es verdad que hubo algún momento en el que estuvimos fallones, no quería entrar la pelota, pero tuvimos solvencia atrás y eso es básico para sacar adelante partidos que se complican. Además, aparecieron jugadores que necesitan coger confianza y eso es enormemente positivo para el equipo.
-La defensa fue impecable.
-Muy buena. En esta competición todos los equipos también están muy bien trabajados y, como te decía antes, cuando las cosas no salen como quieres tienes que fiar todo a la defensa. El entrenador insiste mucho en eso y con la ayuda de la afición es más fácil.
-Solo van dos jornadas, pero parece que la cosa pinta bien.
-Es importante sacar adelante estos primeros partidos porque el equipo todavía está en fase de adaptación. Han llegado muchos jugadores nuevos y no es fácil entablar relaciones, conocernos y rendir al 100 % desde el principio. Todavía van dos jornadas, pero parece que el trabajo empieza a dar sus frutos.
-Por lo visto ante el Oviedo, parece que lleve jugando toda la vida con Olah o De Thaey.
-Son jugadores impresionantes, con mucha calidad, pero que vienen de otras competiciones y al principio cuesta mucho conectar. Me han ayudado las charlas que he tenido con Epi, que insiste en que me comunique mucho con ellos y se ha notado en estos dos partidos.
-¿Cómo es el míster? Hablan maravillas de él.
-Genial. Cuando fichó por el Breogán pedí referencias y todas coincidían. Es un entrenador que te transmite confianza y sobre todo paciencia, y tiene una gran capacidad para unir el grupo. Puedes hablar con él de cualquier cosa, ya sea de baloncesto o de tu vida privada, y eso es fundamental en un técnico.
-Todo el mundo coincide en lo mismo: el punto fuerte de este Breogán es la versatilidad. ¿Está de acuerdo?
-Estoy totalmente de acuerdo. En este Breo no hay figuras, todos somos importantes y eso es lo que nos hace verdaderamente peligrosos.
-Delteco y Palma también van a por todas. ¿Cuál es el mayor enemigo del Breo por el ascenso?
-Son dos equipazos, con grandes plantillas y buenos presupuestos, pero en solo dos jornadas ya hemos podido comprobar que en esta categoría las victorias se cotizan muy caras. No va a ser fácil para nadie. Ayer [por el sábado] parecía que iba a ganar Granada y ganó Huesca, y esos equipos que tú nombres ya han perdido un partido.
-El Breogán debería acabar la liga muy arriba.
-Evidentemente. Todos tenemos muy claro el objetivo, pero sin prisas. Estamos centrados en seguir mejorando cada día y en la táctica del partido a partido.
-Seguro que no le faltaron ofertas para salir del equipo este verano.
-Alguna que otra cayó... Y alguna de ellas de primer nivel. La vida de un deportista es corta y me surgieron dudas, pero el cariño que le tengo a este club, a esta ciudad y a esta afición hizo que me quedara aquí. Además, el proyecto es muy ambicioso y esa fue otra de las razones.
-Pregunta ineludible. ¿Es mejor esta plantilla que la del ascenso de hace dos temporadas?
-Buena pregunta... Y difícil respuesta. Son diferentes. La del ascenso era muy buena y las cosas salieron muy bien, y esta también es muy buena y seguro que conseguirá cosas bonitas.