La alcaldesa pedirá a Feijoo que la Xunta pague el equipamiento, mientras la humedad, las goteras, el viento y los animales lo dañan
09 feb 2017 . Actualizado a las 19:04 h.En la tradición literaria y cultural, el cuervo ha tenido una presencia notable como símbolo y metáfora. Pero si hay un elemento que lo identifica es el de la sabiduría y la inteligencia. Un buen grupo de cuervos se han adueñado de todo el exterior y de las cubiertas del nuevo auditorio de Lugo mientras los gobernantes deciden cuándo abrir un centro cultural que va camino de cumplir un año sin funcionar.
A buen seguro, mañana, la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, tratarán este asunto en su reunión. La postura municipal sigue siendo clara: el protocolo firmado en el 2008 señala que el edificio pasará al Concello una vez que estén terminadas las obras, y para el gobierno local, el equipamiento forma parte del fin de la obra. Por su parte, desde la Xunta están dispuestos a aportar un tercio de los alrededor de 3,6 millones que cuesta el equipamiento, esperando que el Concello y la Diputación (como ocurrió en el caso de Ferrol) aporten cada uno 1,2 millones. Cuando Orozco era alcalde llegó a abrir la posibilidad de pedir al Ministerio de Cultura una partida para este fin, algo que tampoco se descarta que se haga ahora, aunque siempre dependerá de los presupuestos del 2017, sin aprobar. Luego, aún quedaría la fase de ponerlo en funcionamiento y los previsibles altos gastos de mantenimiento.
A este ritmo, será difícil que los lucenses disfruten este año del auditorio de los 20,6 millones. De momento, los cuervos sí lo hacen.