Pioneros celestes en la Copa del Rey

Miguel Álvarez LUGO / LA VOZ

LUGO

El equipo lucense participó en la primera edición del torneo que sustituyó a la Copa del Generalísimo

27 dic 2016 . Actualizado a las 11:30 h.

La temporada 1976-1977 registró el nacimiento de la Copa del Rey de baloncesto. Sustituta de la Copa del Generalísimo después de la muerte de Franco, contó con la participación de doce equipos. Entre ellos figuraba el Breogán. El sistema de competición fue calificado de «novedoso» en la época. Se configuraron dos grupos de seis conjuntos y se puntuaba si se vencía cada eliminatoria. Los dos mejores de cada liguilla accedieron a semifinales. El Real Madrid se hizo con el título tras batir en la final al Barcelona por 97-71.

La plantilla del Breogán La Casera registró cambios a lo largo del curso 1976-1977. Un joven Manel Sánchez, Alfredo Pérez, Tosi Redondo, Miol, Aguado, Llobet, Ángel Sevilla, Salinas, Rafa Elíes, Fullarton, Pepe Conde y Lete contaban con Quiñoá como entrenador. Pese a que las cosas no fueron bien en la Liga -el equipo acabó último en Primera División y descendió-, los celestes pudieron presumir de ser uno de los doce pioneros de la denominada Copa del Rey.

El también llamado torneo del K.O. arrancó en abril de 1977. El Breogán dio la sorpresa al imponerse en la cancha del Baskonia (83-86). El base Pepe Conde, que había sustituido a Miol en la plantilla, debutó con el equipo en la Copa. El venezolano Llobet ya había abandonado el conjunto lucense.

Escoltados en Donosti

La primera edición de la Copa del Rey también dejó hechos curiosos en la historia del club. Uno de ellos se produjo en San Sebastián, en el mes de mayo. El Breogán se desplazó el día 13 a la ciudad para enfrentarse con el Askatuak. El País Vasco se hallaba en un momento de inestabilidad. Durante una manifestación en Rentería el día 12, la Guardia Civil realizó disparos y una persona resultó muerta. A raíz del suceso, se convocó una huelga general y se cancelaron todas las actividades previstas -el partido entre Askatuak y Breogán sería la única que se llevaría a cabo el 14 de mayo-.

El autobús que transportó al Breogán a San Sebastián fue detenido por los piquetes en varias ocasiones. Y el chófer incluso llegó a recibir amenazas.

Finalmente, el equipo se hospedó en el Hotel Codina, frente a la ladera de Igeldo. Pese a que el técnico Quiñoá había advertido a los jugadores de que se comportasen con sumo cuidado, estos no pudieron evitar sentir curiosidad cuando vieron que la policía buscaba a gente que pudiese estar escondida en la vegetación que había frente al edificio. Salieron a la calle para ver más de cerca las operaciones. Hasta que varios coches de antidisturbios aparcaron frente a ellos y empezaron a golpearlos cuando se embotellaron al tratar de entrar de nuevo en el hotel.

Ángel Sevilla recuerda que a Carlos Salinas le quedó marcada la forma de una porra en la espalda. Y también que Alfredo Aguado se puso frente al voluminoso mando de la policía que entró al hotel para hacerle frente y explicarle que formaban parte de un equipo de Lugo. Finalmente, el agente abroncó al conserje del hospedaje y le exhortó a mantener a los baloncestistas en las habitaciones.

El partido entre el Askatuak y el Breogán, con escaso público en las gradas, se celebró después de que el equipo lucense fuese escoltado por las fuerzas del orden hasta el pabellón. Se saldó con triunfo local por 85-71. Gasca, que da nombre a la instalación en la actualidad, era el técnico de los donostiarras.

Aquella plantilla del Breogán contaba en sus filas con Lete Lasa, actual secretario de estado para el Deporte. Y también con el mencionado Ángel Sevilla, que desempeñó funciones en el club durante cuatro décadas: como jugador en los setenta y ochenta, entrenador en los noventa y secretario técnico junto con Juan Carlos Castro entre 2002 y 2004. En estas dos campañas, el equipo que dirigía Andreu Casadevall cuajó cursos notables.

Lezkano elogia la defensa del Barcelona B

Después del parón navideño, el Breogán retomará mañana la LEB Oro. Tratará de enterrar una racha de tres derrotas consecutivas ante el Barcelona B, el colista. No obstante, el técnico Natxo Lezkano no se fía de los catalanes: «Son un rival que protege bien el aro, que no deja tirar en posiciones cómodas y al que le meten pocos tiros de tres puntos. Tiene una de las cinco o seis mejores de la Liga. Vamos a ver si no nos atascamos y marcamos un ritmo alegre».

El preparador celeste podrá contar, en principio, con todos sus efectivos. Incluido Huertas, recuperado de un proceso vírico. Acerca de la posibilidad de reforzar la plantilla, Lezkano expresó que «estoy muy contento con lo que tenemos. No obstante, los equipos siempre tienen que estar abiertos a posibles mejoras. No sé qué puede pasar hasta febrero, no se descarta nada, pero ahora mismo no estamos buscando jugadores».

El técnico del Breogán confía en que el parón «haya servido para cargar las pilas, para descansar en el plano mental». «No sé por qué razón, pero probablemente estábamos saturados. La alegría del principio de la temporada ha desaparecido. Estamos fallando en términos de regularidad, no estamos todo lo consistentes que me gustaría en ataque ni en defensa. Además, la trayectoria está empañada por las tres últimas derrotas. Somos conscientes de que hay que mejorar», apostilla el entrenador vasco.